A capela está situada no barrio do Barreiro, concretamente no lugar de Pumar de Suso.
Porta principal |
Aínda que hoxe encóntrase reconvertida nun alpendre, todavía conserva os muros da nave principal e da sacristía, o chan está empedrado e no interior posue varias pías e adornos en pedra. Estaba adicada a veneración de San Xosé.
A finais do século XIX, a capela de
San Xosé caeu en decadencia, o seu titular a partir do ano 1785 foi Diego Pousa
Fernández, crego de menores causas,
que ademáis era propietario das casas contiguas e terras vinculadas á dita
capelanía. Dito abade tiña tamén outras propiedades en Tui e noutros lugares, e
parece que non adicaba o suficiente interese pola capelanía de San Xosé de
Salceda.
No ano 1800 o abade de Salceda,
Anselmo Benito Rodríguez iniciou un pleito ante o Tribunal Eclesiástico para
reclamar a titularidade da capelanía por incumplimento das obrigas da fundación
e por suposto abandono do mantemento da capela. A capela e as rendas foron
embargadas, ata que Diego Pousa aportou a fianza e acreditou o cumprimento das obrigas.
Ylmo Sr. El día
sabado veintiseis del que rige, ynformé de palabra a V.S. Ylma. las seguras
señales, que tenia para conceptuar que Don Diego de Pousa Fernandez, clérigo de
menores y capellán de la capellanía colatiba de la advocación de San Joseph
sita en esta parroquia, no cumplía con la obligación del oficio Divino, y mas
cargas annesas a la tal fundación, y que mediante hallé en el una total
ygnorancia del modo de regir del rezo, hacer las correspondientes
comemoraciones, y mas particulares que nos mandan las rubricas, hiceme cargo,
que este hombre jamás havia rezado, quando hai mas de catorce años, que está
posesionado de la dicha capilla, luego le hice las correspondientes
correciones, y por ver el ningun provecho que de ella le resultó, a causa de
una pereza, y envejecida falta de regimen en que parece siempre vivió, pasé y
paso a ponerlo en noticia de V.S. Ylma. a finde que para remediar semejante
conducta se sirvan tomar las providencias, que sean del agrado de V.S.Ylma., y
de Dios nuestro Señor, a quien pido conserve su ymportante vida por los
dilatados de sus dias, B.S.M. de V.S.Ylma, el mas humilde subdito y capellan.
Fdo. Antonio de
Castro y Montenegro.
Salceda y Abril
28 de 1800.
En cumplimiento
del decreto antecedente, yo el infraescrito notario de Poyo de uno de los dos
oficios de asiento de esta Audiencia y Tribunal eclesiástico certifico y hago
fe en verdad de testimonio que en el pleito que se está disputando en dicho
tribunal y por el referido oficio de mi cargo entre Don Anselmo Benito
Rodríguez clérigo vezino de la feligresía de Santa María de Salceda y Don Diego
Pousa Fernández clérigo de menores, capellán de la capellanía colativa de
advocación de San José fundada en la Parroquial de dicha feligresía de Salceda.
Sobre que se prive a este de su obtención y goce por las razones que ha
expuesto dicho Don Anselmo en su demanda en cuyo pleito como se subestase
también en la omisión y desidia de dicho capellán en reparar la capilla,
casas y vienes de su fundación y la falta de cumplimiento de las misas que
tiene de cargas se procedió al reconocimiento y estado de la citada capilla y
vienes de su datación mandando al mismo tiempo que el Abad de dicha feligresía
de Salceda certificase lo que le constase no solo quanto al cumplimiento sino
también quanto al de las mencionadas misas y en efecto dio el certificado
siguiente:
En dicha villa
dia mes y año que preside yo escribano manifesté a Don Joaquín Canseco de la Bandera , abad y cura
párroco en ella, el despacho antecedente de los señores provisores en su
persona que enterado de el dijo, que el Don Diego Pousa quando reside en esta
parroquia, quien se retira a la de donde es oriundo en la ciudad de Tuy y mas
parajes que le tiene cuenta que estando en estas algunas veces baja a la Iglesia. La misa
semanaria no save quien le corra con ella. Las cantadas que no asistió a
ninguna de que lo aia echo. Y si con lizencia del que dice en el diziembre del
año próximo pasado cantaron alguna en dicha capilla que oyi fueran diez y siete
y también le consta hizo cantar las de los siete primeros años y no hay duda
cumple en esta parroquia con el precepto pascual. Que es quanto puede decir y
certificar en el particular y lo firma de que doy fe: Don Joaquín Canseco de la Bandera. Ante mi
Francisco Antonio Pedrero de Barros.
Y como del
recomiento resultase el deplorable estado que en la actualidad tenían las
expresada capilla, sus casas y vienes y el referido capellán no cumpliese
dentro del término que se le prefixo de repararlas dar fianza eclesiástica de
hacerlo igualmente en hacer haber tener cumplido con las expresadas Misas se
puso secuestro y embargo en los expresados vienes y rentas de dicha capellanía,
y esto presentando una relación de las misas cantadas que estavan celebradas y
recivos de las rezadas que el tenor de ellas es el siguiente:
Diciembre tres
de mil setecientos noventa y seis. Misas cantadas San Josef:
Don Manuel
Cavaleiro cantó tres misas. Don Juan Antonio de Lemos cantó tres misas. Don
Josef Ignacio Alvarez cantó tres misas. Don Francisco Romero cantó tres misas.
Don Josef Antonio Bernárdez cantó tres misas: Los siete años antecedentes están
cumplidos por la certificación que dió el Señor Abad por la declaración que le
fue pedida por la contraria (...)
Presentose
igualmente por parte del mencionado capellán un papel de contrato entre el
Sr. dicho y los maestros de carpintería de las obras que estos havian de hacer
en la expresada capilla y casa de su fundación por la cantidad de 1900 reales
pidiendose por dicho capellán que respecto con todo ello hacía ver el
cumplimiento de lo que se le havía prevenido de suspendiese toda providencia en
esta parte presentando también posteriormente el recivo siguiente: Don José
Ygnacio Alvarez presvítero vecino de la Picoña , certifico y siendo necesario que Don
Diego Pousa, capellán de San Josef en Salceda con motivo de hir los mas de los
dias a decir Misas a su capilla me encargó desde su principio una semanaria de
su fundación, con la que corri hasta aora y correré mientras no mudere de
voluntad, de cuya limosna atrasada y hasta aquí me doy por satisfecho. Y pare
que conste de pedimento de dicho capellán lo firmo: Picoña y octubre 23 de
1798. Don Ygnacio Alvarez.
Y con vista de
todo ello y de lo deducido por una y otra parte se dió auto por el que reservándose
determinar lo conveniente sobre los varios y articulares de que se tratava y
atendiendose lo al que mas instava que para el reparo y remedio de la capilla y
vienes de su fundación, teniéndose en consideración que según resultava se
estava y al travajando con efecto en repararlos y que para proseguir la obra se
hacían precisos los frutos que se havian mandado embargar se alzaba para solo
dicho efecto el secuestro y embargo de ellos y vienes de dicha capellanía vajo
la precisa condición de que dicho capellán diese fianza eclesiástica abonada y
bastante para reparar la espresada capilla y sus vienes y de su fundación en la
forma que correspondía y assí mismo para el cumplimiento de las misas que se
verificasen no estar cumplidas y reintegro de los muebles y alhajas que debían
substituir y dejó el fundador si se averiguase faltan algunos. Y haviendo
cumplido dicho capellán con la presentación de dicha fianza prevenida por el
mencionado, aún con su vista se mandó poner en execución el desembargo de los
referidos frutos y vienes de dicha capellanía y que el depositario los
entregase al expresado capellán y se está tratando sobre lo principal, según
que lo relacionado muy largamente consta de dichos autos y lo aquí inserto
concuerda con ellas a que me refiero y en fe de ello y cumplimiento de la
mandado doy el presente que firmo en estas cinco ojas, la primera que es la del
pedimento y la que se sigue y está del sello que se reconoce y las de su
intermedio papel común.
En dicha ciudad
de Tuy a 30 de julio de 1800
Gabriel Jacobo
Gómez.
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Avanzado o século XIX, as casas e terras vinculadas á fundación e capelanía de San Xosé foron desmembradas da capela, pasando a ser propiedade laica dos sucesores mentres que a capela pasou a ser de titularidade eclesiástica.
Datado en 1856 está o testamento
dun abade de Santa María de Salceda chamado José Ramón Troncoso, quen pediu que
antes de ser enterrado o seu cadáver no cemiterio parroquial, fose velado na
capela de San Xosé:
En la villa de
Santa María de Salceda de diecinueve días del mes de once de mil ochocientos
cincuenta y seis, yo Don José Ramón Troncoso, Abad párroco de esta vecindad, a
pie y en mi entero caval juicio y entendimiento natural creo en todos los
misterios de nuestra Santa Madre Yglesia Catolica Apostolica Romana en cuya fe
vivo como tal Catolico Cristiano, y ordenando mis cosas hago esta mi
disposición testamentaria como sigue.
Amortajado mi
cuerpo con las vestiduras sacerdotales sepultado en el cementerio de esta
parroquia y hallandose mi dicho cuerpo echo cadaver sea depositado en la
capilla de San José de esta espuesta parroquia (...)
Declaro que
tengo en mi compañía a mi hermana Doña Benita Troncoso soltera, a quien por los
servicios que me tiene echo y que espero continuará hasta mi fallecimiento le
legato para siempre jamás la Casa y lugar donde vivo al sitio titulado da
Carvallida en esta Parroquia de Salceda (...)
Escribano Juan Francisco Alvarez.
Protocolos Notariales. Arquivo Histórico Provincial de Pontevedra
A finais do citado século XIX deixouse de celebrar oficios na capela, a imaxe de San Xosé foi trasladada á igrexa parroquial, onde todavía se conserva en bó estado de conservación, e a capela foi desacralizada e abandonada ata que entrou en estado semiruinoso.
No ano 1925 don José Gil cura
párroco titular de Santa María de Salceda solicitou ao Bispado de Tui a
autorización para a venda da capela:
Ylmo y Rvdsmo
Sr Obispo de Tuy.
Don José Gil
Pérez, cura párroco de Santa María de Salceda en este obispado a S.Ylma.Rev.
con el mas profundo respeto expone:
Que en el
barrio de Pumar de Suso, perteneciente a esta parroquia de Salceda, existe una
capilla llamada de San José cuya techumbre en gran parte se ha derrubado y en
cuyos altares están completamente deteriorados y casi deshechos, de manera que
en la forma en que se encuentra, es en absoluto irreversible.
Como no se
encuentra con recursos para su arreglo y aunque los hubiera, el infraescrito no
cree conveniente dicho arreglo, porque mermaría las ofrendas a la parroquial, y
a fin de aprovechar algo de ella para el culto de la iglesia a S.Y.R.
humildemente suplica se obligue autorizarle para enagenarla al que mejor la
pague o mas se acerque al precio señalado por las personas peritas cuyo informe
acompaño.
Es gracia que
el recurrente espera obtener de la bondad de S.Y. cuya preciosa vida conserve
el Señor muchos años para bien de la Iglesia.
Salceda, 8 de
marzo de 1925
José Gil Pérez
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Detalle da tasación feita por Manolo de Tacura e Faustino Juste:
Manuel Núñez Rodríguez maestro de obras y Don Faustino Juste Domínguez perito agrimensor, vecinos ambos de Santa María de Salceda, en la provincia de Pontevedra informamos:
Que según
nuestro parecer el valor de la capilla
en ruina llamada de San José sita en el barrio de Pumar de Suso de esta
parroquia de Salceda, incluyendo en solar de la misma asciende a 936 pesetas.
Y para que así
conste, lo firmamos en Salceda, a 17 de Febrero de 1925.
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Ylmo. y Reverendisimo Señor Obispo de Tuy
Para poder
informarle con conocimiento de causa sobre la situación de la capilla
denominada de San José en la parroquia de Salceda, me trasladé acompañado del
Señor Teniente Arcipreste Abad de Entienza a aquel lugar el día 21.
Dicha
capilla la hemos encontrado solamente con sus paredes en regular estado de
conservación. Es pequeñita y endosada a una propiedad con puerta lateral. La
puerta principal mira a la entrada de esa propiedad y de un camino de poco mas
de tres metros de ancho.
Las imágenes de
los altares que tiene, ya las había trasladado a la parroquial el párroco
anterior y haciendo averiguaciones entre algunos vecinos de interés por la
restauración de la misma por cuenta de ellos, se mostraron poco decididos y
casi indiferentes.
En consecuencia
somos de opinión se enagene en beneficio de la parroquial. Los tasadores son
personas competentes y honradas, según informes, y no nos parece fuera de razón
la tasa.
Caldelas 23 de
marzo de 1925.
Manuel María
Fernández Vázquez.
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Detalle do interior da capela:
Non houbo interesados na compra da capela e seguiu deteriorándose durante 11 anos mais, ata que apareceu un comprador que ofreceu por ela 250 pesetas:
Exmo. Sr. Ylmo.
Obispo de Tuy
Don José Gil
Pérez, Abad Párroco de Santa María de Salceda en este obispado a V.E. con todo
respeto expone:
1º Que en el
año 1925 fuí autorizado según oficio que acompaña para enajenar una capilla, ya
en ruinas titulada de San José sita en el barrio denominado Pumar de Suso, de
esta parroquia.
2º Que hasta el
presente no hubo quien se interesase en comprarla, por cuya razón se ha
arruinado mucho mas de los que entonces estaba, no quedando en la actualidad
mas que las paredes.
3º Que la
persona que ahora se interesa en comprarla no ofrece mas que 250 pesetas.
4º Que auque
quisiésemos restaurarla no se cuenta con recursos para hacerlo ni lo considero
necesario, por cuanto el nucleo de población que la rodea puede muy bien como
ya lo hace, concurrir a la iglesia parroquial.
5º Que de no
venderla, en esta ocasión probablemente no habrá después quien se interese en
la compra de la misma, y entonces no se aprovechará nada de ella, pues
terminará por derrumbarse del todo.
6º Que el
precio de 936 pesetas tasado antes, es ahora, muy exagerado porque como digo no
existen mas que las paredes.
Por
consiguiente en virtud de lo expuesto creo ser conveniente enagenar dicha capilla
derruida con su area en el precio de 250 pesetas que dan por ella a fin de
aprovechar algo en forma de la Iglesia.
Por eso recurro a V.E. rogándole se obligue autorizar la venta en las condiciones arriba dichas, y el empleo del dinero producto de la venta, en lo mas necesario de esta iglesia parroquial de mi cargo.
Por eso recurro a V.E. rogándole se obligue autorizar la venta en las condiciones arriba dichas, y el empleo del dinero producto de la venta, en lo mas necesario de esta iglesia parroquial de mi cargo.
Es gracia que
espero conseguir de la bondad de V.E. cuya vida conserve el señor para bien de
su iglesia.
Salceda, 8 de
enero de 1936
José Gil Pérez
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Arquivo Histórico Diocesano de Tui
Sacristía |
A capela foi comprada pola mesma familia que posuía a casa e terreos estremeiros que estiveran vinculados á capelanía, voltando desde entón a continúar xuntos. Pero esta vez a capela foi adicada a alpendre.
A mediados do século XX foron
vendidos o campanario e varios pináculos que continuaban desde a parte baixa do
campanario e cumio da capela ata a parte superior do vetusto portal principal
que da acceso a casa e eira, xunto co altar e varias pedras labradas como a do
fornelo e ménsula onde estaba exposta a imaxe de San Xosé para ser empregados
na reconstrucción dunha igrexa na cidade de Pontevedra.
A pesar de que a capela quedou
sen culto, os veciños seguiron celebrando a festividade de San Xosé durante
moitos anos despois.
Cada ano unha familia facíase cargo da organización da festa, e quince días antes do festexo ían polas casas dos veciños para recaudar viño, millo, centeo, pitas ou calquer produto que se producía na casa, os cales eran vendidos para pagar a celebración. A imaxe de San Xosé era sacada da igrexa parroquial e levada en procesión ata o Valadouro, un terreo baldío que había en Pumar de Suso, no cruce de camiños lindante co lugar da capela, e alí celebrábase pola tarde a festa amenizada por un gaiteiro. E era obrigado retribuir ao cura cunha rosca grande, un galo e un cabazo de viño.
Cada ano unha familia facíase cargo da organización da festa, e quince días antes do festexo ían polas casas dos veciños para recaudar viño, millo, centeo, pitas ou calquer produto que se producía na casa, os cales eran vendidos para pagar a celebración. A imaxe de San Xosé era sacada da igrexa parroquial e levada en procesión ata o Valadouro, un terreo baldío que había en Pumar de Suso, no cruce de camiños lindante co lugar da capela, e alí celebrábase pola tarde a festa amenizada por un gaiteiro. E era obrigado retribuir ao cura cunha rosca grande, un galo e un cabazo de viño.