viernes, 10 de diciembre de 2021

Ano de 1855. Ao barrio de Condide en San Xurxo de Salceda acudían xentes de toda a comarca atraídos polos milagres de María Joaquina a 'Santa'

 


En agosto de 1855 formouse un tremendo altercado en Salceda ao descubrir as autoridades municipais de que á parroquia de San Xurxo acudía moitos enfermos de outras vilas para ser curados por María Joaquina Carlota unha muller Santa que estaba respaldada polo párroco da freguesía.

Angel Rivas, alcalde de Salceda, denunciou ante o Gobernador Eclesiástico do Arcebispado ao cura da parroquia, don Luís Lorenzo, para que cesase na promoción de dita curandeira, xa que proclamaba que era Santa e facía milagres, fomentando o acudimento en masa de desesperados enfermos en busca de cura. Os aparellos e métodos curativos que empregaba, dicía o alcalde, eran rosarios, reliquias, allos, pocións de herbas, pedazos de santos, pedras, e outras mil diabluras que daba a beber aos enfermos ...

 

 




Sobre una mujer de San Jorge de Salceda tenida por hechicera o beata

Alcaldía Constitucional. 1855

Parece imposible señor que cuanto mas la mano de la providencia descarga su terrible azote sobre la umanidad, ora inbadiendo las provincias con el colera mortero, otras con el ambre por todas partes la muerte y la desolacion, era increible que en medio de tantos visibles lures justo castigo de nuestros desaciertos nos prostergasemos todos a pedir al Dios de las misericordias perdon yndulto de nuestros estrabios, pero mis ojos llenos de lagrimas como pobre y debil autoridad tiene que acudir ante V.S. a pedir si no castigo a lo menos que haga entrar en sus deveres sacerdotales y parroquiales al distraido y mal aconsejado Parroco de San Jorge Don Luis Lorenzo,

pues que en la noche de ayer sobre las once poco mas o menos de la misma, al ser ante mi autoridad denunciado que en la citada Parroquia de San Jorge havia una muger nominada Beata, Echizera y Despresticiosa, cuya aglomeracion de gente por estes echizos databa ya de a cuatro leguas de distancia y denunciado aquel terrible cuadro con escarnio y profanacion Dios vivo y sus ymagenes cuyos virtuosos parrocos sus conbecinos me la denunciaron puse en lleno mi autoridad para que aquellos escandalos no se repitiesen.

E aqui que dicho Parroco presentado a la citada ora de once de la noche, no solo dijo que autorizaba aquellas curas sino que aquella muger era Santa y hacia milagros, interrogado con buenas expresiones del daño que hacia a la umanidad y que consejos traian la correcion popular, probocó con denuestos que el la sostenia y que se veria, pero conocido el apasionado de aquel debil parroco, seduci a presion la nombrada Beata, inventariando todos sus echizos que consistian en rosarios, reliquias, ajos, pocion de yervas, pedazos de santos, al parecer dos piedras llanas de piedradar, y otras mil diabluras que daba a vever a los enfermos y obran en mi poder, y causa que estruyo para elevar en su dia al señor Juez de primera Instancia y Gobernador de la Provincia, que tramito con esta fecha, siendo lo mas sensible haber sorprendido curas de nuebe y diez enfermos de diferentes puntos tendidos en paja que forman un campamento militar de sangra entre ellos algunos veaticados por este mismo Parroco.

Todo lo que pongo en conocimiento de V.S. para los efectos que nuestro Dios la unidad y la Religion reclaman. Dios Guarde V.S.M a S.

Salceda Agosto 21 de 1855. Andres Rivas.

Al Sr. Governador Eclesiastico en Sede Vacante del Obispado de Tuy.



 

Ante a continuidade de dita práctica, decidiron cesar pola forza dita actividade dirixíndose a San Xurxo, e atopáronse que a xente era atraída cara a taberna chamada ‘do Arriero’ onde a ‘muller Santa’ nun reservado impartía os curamentos. Detiveron á milagreira e dispuxéronse a inspeccionar a casa onde habitaba no barrio de Condide. A multitude boicoteaba o paso das autoridades, pero unha vez ante a casa da feiticeira, e estando a porta pechada, decidiron entrar pola forza, e dentro din que atoparon enseres y efectos de una verdadera hechicera que requisaron para entregar como proba no xulgado. Pero o peor estaba por vir, porque en dúas casas aledañas á da ‘Santa’ atopábase un ‘exército’ de enfermos deitados entre inmundicias e total miseria, que dín suplicaban para que os sacasen de alí. Unha vez detida a feiticeira e seu marido e tomado as medidas sanitarias e hixiénicas para evitar o empeoramento dos enfermos e propagación de infeccións as autoridades voltaron sobre os seus pasos, e ao chegar á taberna do Arriero estaba esperándoos o cura da parroquia quen os reprendeu por impedir o traballo da muller, e dicía que era unha Santa e milagreira.


 

 

Salceda San Jorge

Vigilancia

 

El Alcalde Constitucional de la Villa de Salceda con fecha 30 de agosto ultimo, me dice lo siguiente:

“Hace dias habia llegado a mi noticia que en la parroquia de San Jorge una de las que corresponden a este distrito se hallaba un matrimonio cuya muger baticinaba de Santa por el pueblo ignorante hacia curas sorprendentes cuyos sucesos esparcidos con bastante multitud de gentes de ambos secsos y diferentes puntos.

En espectacion de este se puse varios medios hasta hasta aclarar la verdad de los hechos y poder con toda seguridad apoderarme del supersticioso enredo de esta titulada Santa.

Asi es que en la tarde de hoy terminada la sesion ordinaria del Ayuntamiento acompañado del segundo alcalde, el subteniente de la Milicia Nacional Don Pedro de Castro y sus alguaciles marché sobre el punto que me indicaron ecsistia tal beata supersticiosa a larga distancia y dando frente a la casa que esta habitaba percibí movimiento de gente y acelerando el paso sobre el punto que llaman Taberna del Arriero vi grupos de hombres y mugeres que sorprendido por sus caras desconocidas, abanzando rapidamente les di el alto interrogandoles por su precedencia, cedula de vecindad o documento que les garantizase, sin obtener mas respuesta que la de dos de ellos que con altaneras voces, aseguraban que su mision era curar enfermos que alli tenian. Sostenido con esta porcion de gentes en las afueras de dicha Taberna, cubriendo las bocas calles por el subteniente y alguaciles, mandé que el segundo alcalde penetrase en dicha casa taberna e hiciese un reconocimiento de las personas que alli habia verificado asi halló la nominada Santa en una cama con otras mugeres tambien, a quienes les instó saliesen a mi frente, a cuyo movimiento acudia gente por todas partes, y recelando de tales supersticiones un ademan hostil di por providencia saliesen de la espresada taberna, mientras yo me dirigía hacia la habitación de la engañadora hechicera, a precaver un saqueo que frustrase mis planes.

Efectivamente tomando las alturas de Condide, porcion de mugeres de todas las edades obstruian el paso siendo necesaria toda decision y valor para hacerles obedecer la autoridad local a lo que si bien franquearon el paso, no escaseaban improperios sus viperiosas lenguas.

Llegado a la casa que va a dos meses habitaba la supersticiosa muger y donde verificaba sus perniciosos ensayos se encontró la puerta cerrada y preguntada por su dueña y la llabe se negaron rotundamente a su entrega, vista su negativa decidido a abrirla a viva fuerza fue franqueada en presencia de varios testigos; y al primer golpe de vista se observaron enseres y efectos de una verdadera hechicera que por prolegidad aqui omito y resultan del inventario recuento que dirigí al juzgado acompañado de la hechicera y su marido.

Pero no es esto lo mas sensible Sr. Gobernador, no es esto lo que consternó el corazón del Alcalde, y cuantos le rodeaban, ni lo es el terrible cuadro de las casas contiguas a las de la hechicera que convertidas por la supersticiosa en asilos de enfermos, al entrar en ella se ven sus salas llenas de seres humanos revolcandose en la miseria y hediondez y apreciamos algunos a ser victimas y otros que languidos como su apagada voz ya se decian que se arrastraran alli por el engaño e ya esclamaban querian salir de aquel inmundo sitio, porque conocian agrabar sus padecimientos con una toma de agua en polvos desconocidos que les daba la maldita Santa, por manera Sr. Gobernador las dos casas inmediatas son un campamento de heridos que claman “Se acabó la humanidad”.

Cerca de las diez de la noche verifiqué la retirada con los reos, despues de dejar adoptadas algunas medidas higienicas y sanitarias a precaber que en aquella aglomeracion de enfermos no desarrolle quiza entre nosotros el cólera, y al pasar por la Taberna del Arriero salió como una fiera al encuentro el Cura Párroco de la misma y no satisfecha su ira con provocar las autoridades que pusieron coto a aquel vandalismo dijo:

“Que el sostenia aquello y que en un dia se verian; que aquella muger ofrecia curas y curaba aplicando los remedios corporales y espirituales a los unos con hiervas y otros medicamentos, y a los otros con los santos evangelios y otras oraciones, y que era vista la imprudencia y falta de humanidad en un Alcalde al impedir a una muger tan bien hechora egercitase sus virtudes en bien de sus domiciliarios”

Lo que creo oportuno trasladar a V.S. para que por su parte se sirva adoptar las medidas necesarias contra el Cura Parroco denunciado en la inserta comjnicacion a fin de que se abstenga de emplear su sagrado ministerio en tan escandaloso abuso.

Dios que a V.S.M. en Pontevedra 5 de setiembre de 1855

X

Sr. Gobernador Eclesiastico del Obispado de Tuy.

Carpeta San Xurxo de Salceda. Asuntos Varios hasta 1900. Arquivo Histórico Diocesano de Tui



 

O Gobernador Civil da provincia ordenou o desterro de dita curandeira de Salceda. Ademáis dos procedementos eclesiásticos e xudiciais abertos tamén se complicou a situación coa denuncia dunha veciña chamada María Antonia Pérez contra o alcalde e vicealcalde por maltratos derivados do lance de dito día da expulsión.

 



En la Villa de Salceda a nuebe dias del mes de Agosto año de mil ochocientos cincuenta y seis, ante mi escribano y testigos parecieron presentes Don Andres Rivas, de la vecindad de San Estevan de Budiño, y Don Jose Sestelo, de la Villa referida de Salceda, Alcaldes de este distrito, y dijeron:

que en el Juzgado de primera instancia de este Partido Judicial, se ha instruido causa criminal a consecuencia de malos tratamientos que supuso habia recibido Maria Antonia Perez, muger de Julian Vidal, de la indicada de Salceda, con motibo de haber acordado el Sr. Gobernador Civil de la Provincia, la separacion de este distrito á Maria Joaquina Carlota, titulada Sabia curandera, por considerarla muy perjudicial a la salud publica, y haberse interesado en la facultad de medicina y otros escesos que cometia en las curaciones que egecutaba, los comparecientes cumpliendo con las medidas adoptadas por dicho Señor Gobernador dieron disposiciones a separarla del distrito, y por no haber obedecido, despreciando la autoridad de Alcaldes con que se hallaba rebatida, los constituyentes se vieron en la necesidad de apelar al auxilio de los Alguaciles que la separasen de dicho distrito (...)

Protocolos Juan Antonio Alvarez. Arquivo Histórico Provincial de Pontevedra