miércoles, 28 de junio de 2017

Ano de 1910. Festas da CONCEPCIÓN e A ESFARRAPADA. Manuel NÚÑEZ RODRÍGUEZ “MANUEL de TACURA”




Manuel "de Tacura". Foto Balbino








Entrevista con Don Manuel Núñez Rodríguez

Don Manuel Núñez Rodríguez, más conocido por el señor Manuel de “Tacura”, con sus noventa años es el anciano que este año se asoma a las columnas de EL PUEBLO GALLEGO para contarnos sus memorias sobre el desenvolvimiento de nuestra villa y sus fiestas de antaño. Maestro cantero de muy reconocida fama a cuya profesión se dedicó por completo. 

Al lugar de “La Piedra” nos acercamos una tarde en compañía de don Martín Rey, secretario del Juzgado de esta villa e hijo político del señor “Tacura” y el fotógrafo Balvino.

Y entre unas rajitas de jamón y unas “cuncas” de vino del Condado, con que fuimos obsequiados, comenzamos la charla:

- Señor Manuel, ¿nació usted en esta villa?

- Yo nací en el lugar de Torrón, de la parroquia de Entienza. Fuí a una escuela que una señora cuyo nombre no recuerdo, dejó pagada como también la segunda misa de los domingos, cuya función redimió en 1884 el entonces señor obispo de Tuy, don Fernando Gutiérrez. En 1908 me casé con Natividad Caballero Rodríguez, de esta villa, fijando aquí mi residencia definitiva.

- Al ser vecino, ¿fue alguna vez de la comisión de fiestas de la Concepción?

- Pertenecí a la comisión el año 1910, junto con José Rodríguez Fernández y don Leopoldo Boente, secretario del Ayuntamiento; en la víspera llovió mucho y no se pudo echar el “castillo” hasta el otro día; la fiesta fue amenizada por la música de Soutelo que cobró por víspera y día, don onzas (160 pesetas) y el gaitero “Domingos do Crego”.

- ¿Qué hecho o detalle recuerda de sus años mozos?

- Una “corneta” (cencerrada) que se organizó en lo que es hoy el campo de fútbol, en honor de Manuel Gil al casarse con Isabel da Retorta. Leyó el famoso “testamento” y actuó de verdugo para el ahorcamiento simbólico, Antonio Martínez Queiruja.

- Antiguamente la plaza de esta villa consistía en una encrucijada de caminos en donde estaba el Crucero, ¿puede decirnos cómo se llevó a cabo la más o menos aplica que hoy tenemos?

- Efectivamente, solo era una encrucijada y no muy amplia. Los puestos del pescado se ponían al lado del camino que hoy es la carretera de Tuy. Los terrenos para la nueva plaza fueron expropiados a José Barros, más conocido por “o Queridiño”, y parte también a María “da Barca”; era entonces alcalde don Ramón Troncoso y concejal por Salceda don Francisco Blanco más conocido por “Chuco do Blanco”, el que decía que debía hacerse más amplia, pero desgraciadamente le faltó apoyo de los restantes miembros de la corporación municipal.

- ¿Que establecimientos comerciales existían en esta villa por aquél entonces?

- Una tienda de telas de doña Joaquina Sestelo; un mixta de doña Ramona Fernández; sobre ferretería, la de don Miguel Pérez, que por tener también sanguijuelas “bichas” le quedó el apodo de “Bicheiro”, sobre taberna Genaro Carracedo y fonda la de Carlota.

- ¿Trabajó usted en el edificio de la Casa Consistorial construida en 1917?

- No, fue adjudicada a un contratista de Porriño llamado Sabino, que también hizo la fuente. A su inauguración asistió el diputado a Cortes de este partido don Alejandro Mon y Landa, actuando la banda de música de Marcelino de Porriño, y las dos de la villa una llamada de los “caciques” dirigida por Francisco Pérez Ojea “o Capador” que recién llegado del servicio militar se hizo cargo de la qué anteriormente dirigió el maestro don Domingos González “Domingos de Castro”.

- ¿Con quién empezó el oficio de cantero?

-Con el maestro don Casimiro Figueroa por el año 1890, en una peña en la bajada del Rubás, para hacer el camino actual a la finca de “el Pegullal”.

-Según nos contaron, algunos familiares de usted, alcanzaron una larga edad. ¿Es cierto?

-Pues sí: mi madre murió a los ciento cinco años, y una tía hermana de mi madre, a los ciento tres.

Según nos cuentan los familiares que viven con el señor Manuel, lleva una vida muy metódica y unicamente hace unos diez años, o sea a los ochenta, le pusieron con mucho trabajo las primeras y únicas tres inyecciones a causa de una ezema. Los demás achaques que pueda tener los resuelve con un caldo “de pito”, y agua de una hierba llamada “touca”. 

Le viven siete hijos de los once que nacieron, dieciséis nietos y tres biznietos. Su estado de salud actual es magnífico, deseando encontrarlo así dentro de diez años para que cumpla los cien.

FLORENCIO PÉREZ


El Pueblo Gallego. 6 de agosto de 1966






martes, 20 de junio de 2017

Ano de 1897. Un SALCEDENSE na Guerra de CUBA. Entrevista con don Manuel Fernández Veloso “Manuel do ZAPATEIRO”.


Manuel Fernández Veloso "do Zapateiro"



En febreiro do ano 1895 os cubanos alzáronse contra o dominio español, dando comenzo á Guerra da Independencia de Cuba.

Ante a insuficiencia do exército colonial español para sufocar a revolta enviaronse a Cuba reclutas da península, e un deles foi o salcedense Manuel Fernández "do Zapateiro".

A guerra rematou no ano 1898 coa rendición do exército español ante o avance do exército independentista cubano, quen contaba desde o inicio coa asistencia e apoio militar de Estados Unidos.

Cuba independizouse de España, pero cun goberno de Intervención Norteamericano ata o ano 1909, onde as presións cubanas para non continuar como colonias americanas forzaron a retirada de Estados Unidos, conseguindo unha República Cubana totalmente independente a cambio da cesión da base de Guantánamo que aínda hoxe está poseída por EEUU. Pouco durou a independencia xa que no ano 1912 os estadounidenses voltaron á intervir na illa.

Esta guerra foi a última das guerras coloniais que disputou o Reino de España en América, sendo o xerme da crise identitaria, social, cultural e política de España que xurdiu nese ano, denominada “A crise do 98”.






Entrevista con don Manuel Fernández Veloso, veterano de la guerra de Cuba

Acompañado del fotógrafo Balvino, nos acercamos al lugar de Castro para charlar con D. Manuel Fernández Veloso, más conocido por “Manuel do Zapateiro”, el que nos recibió muy atentamente, obsequiándonos con unas tazas del rico vino del Condado, de su cosecha.

Zapatero de gran fama en sus buenos tiempos, que cuenta sus días desde el 21 de junio de 1877, o sean 88 años cumplidos.

- Señor Manuel, ¿podría decirnos algunos detalles de la vida en nuestra villa, en sus tiempos de muchacho?

- Poco recuerdo, pues a los 18 años ya me llamaron al Ejército. Así todo, se que el pan de trigo lo iba a buscar a Tuy una vez para toda la semana Bernardino da Pexegueira, vendiéndose la libra a dos “perras” y a real; y el correo todos los días, también a Tuy, siendo el peaton por aquel entonces Manuel de Antonio de Ana, “O Fantasías”.

- ¿En que año fue llamado a filas?

- En 1896 fuimos a la Casa de Reclutas en Pontevedra; tambien fueron Severino de Curtinas y Agustín do Pazo; en esa quinta le tocaba ir a Cuba hasta el número 600, y el mío salió el 188.

-¿En que fecha se incorporaron?

- Salí de casa el 14 de octubre del 96, destinado al Regimiento Artillería de Montaña num. 3, de guarnición en el cuartel de Las Mercedes, en Lugo, haciendo tres meses de instrucción. Después nos mandaron con permiso hasta que nos avisasen, cuya notificación llegó a los nueve meses, participándome que había sido trasladado a Infantería, y la orden de presentarme en La Coruña, donde el día 15 de octubre de 1897 embarcamos en el crucero “Alfonso XII”. En el mismo iba el general Blanco, para relevar en la Capitanía General de Cuba al general Weyler. Desembarcamos en el Morro de la Cabaña, cerca de la Habana.

- Ya en Cuba, ¿qué misión le destinaron, y que armamento usaban?

- el fusil “Mauser”, nuevo por aquel entonces, y mi batallón del Regimiento Guipúzcoa núm 35, a tareas de limpieza contra los guerrilleros, recorriendo las provincias de La Habana, Santa Clara y Matanzas; misión peligrosísima, por las emboscadas que nos tendían entre los inmensos platanales.

- ¿Recuerda algún lugar histórico?

- Estuve en Buenagay, lugar en que mataron al célebre cabecilla Antonio Macedo, contando allí que cayó traicionado por sus propios compañeros, al no simpatizar con ellos la participación americana, pues su pretensión era la total independencia, y que a no ser así “más valía una madre mala, que una madrasta buena”.

- ¿Cuanto tiempo permaneció en Cuba?

- Hasta la capitulación total, cuyos dias anteriores fueron horribles, siendo en Matanzas donde nuestro batallón arrió la bandera de España, cuyo hecho, aun hoy al recordarlo se me llenan los ojos de lágrimas.

- ¿Y regresaron?

Embarcamos en el mismo Matanzas el 5 de enero de 1898, en el mercante “Patricio Santos Tregue”, y después de veinte penosos días llegamos a Barcelona, todos rotos, en alpargatas y con tres pesetas. El mismo día también llegaba otro barco con repatriados de Filipinas. Yo venía enfermo de las “maleitas”, y en el tren era asistido por la Cruz Roja.

-¿Guarda algún recuerdo de la participación en aquella campaña?

- Este reuma, que tanto me fastidia en las piernas, a causa de tener que vadear un rio con el agua hasta la cintura, el día 8 de diciembre del 97, y la gratificación que me da el Estado, como superviviente de tal epopeya.

- Se acerca la romería de la Concepción; ¿podría contarnos algún detalle de las de entonces?

- Antiguamente la romería se hacía por barrios, pero por mediación de don Leopoldo Boente, en 1908, se logró que se uniera toda la parroquia, haciéndoles en dicho año un descuento de dos reales a los socios del barrio de Arriba, por haberles tocado a ellos tener la fiesta del año anterior. Solo se celebraba el sábado y domingo.

- ¿Alguna vez fué usted de la comisión?

- En el año 1912, con Domingo de Castro, Ramón do Tendeiro (no recordando los otros), amenazada por la música de Soutelo y los gaiteros “O Troncoso” y “Domingos do Crego”.

- ¿Eran mejor las fiestas de entonces, o las de ahora?

- Por mi viudez, no muy lejana, y mis achaques, no voy a ellas; ahora serán muy costosas y con mucha afluencia de gentes, pero más típicas y divertidas las de aquellos tiempos; sobre todo en las vísperas, que entre cada remesa de música y gaitero, se echaba una tirada de fuego de lucería de Darío de Cabreira.

FLORENCIO PÉREZ


El Pueblo Gallego. 31 de julio de 1965










jueves, 8 de junio de 2017

Ano de 1901. O crime de BALTASAR “o GUAPO”. - Festa de San BENITO de PEGULLAL.





Antigamente celebrábase unha verbena na festividade de San Benito no barrio de Pegullal en Santa María de Salceda. Conservamos testemuña documental delas a través da crónica negra que quedou de algunha pelexa e altercados, que non podían faltar nunha boa festa:




En la romería celebrada en Salceda día de San Benito, se libró una verdadera batalla entre los mozos de aquella parroquia y otros de Cabreira y Alján, resultando gravemente herido de arma blanca el joven Nemesio Carracedo Veloso, domiciliado en el primero de dichos lugares.

También recibió lesiones, aunque leves, su convecino Jenaro Carracedo Justo. Como presuntos autores de dichas heridas, han sido presos y puestos á disposición del juez de Tuy, los portugueses Antonio Foraquin da Silva (a) Almeida y Joaquín Pereira, de 37 años y 19, respectivamente.

El Correo de Galicia 27 de marzo de 1914.








En la parroquia de Salceda (Tuy) apareció el cadáver de Francisco Cortiñas Alvarez, vecino de la misma.

La víspera del día en que apareció muerto, había ido á la fiesta de San Benito del Pegullal, cerca de su casa.

Por la noche regresó á aquélla completamente embriagado, y, al reconvenirle su esposa por el estado en que llegaba, la maltrató y pretendió pegar también con una azada á su padre político.

Durmió profundamente toda la noche, y al levantarse por la madrugada, cogió un revolver y se metió en un cobertizo, disparándose allí los tiros que le ocasionaron la muerte.

Créese que el motivo del suicidio ha sido la difícil situación económica en que se encontraba.

El Eco de Galicia Órgano de los gallegos residentes en las Repúblicas Sud-Americanas. 20 de agosto de 1905





Pero un día fatídico foi o 21 de marzo do ano 1901, data na que se fraguou na verbena de San Benito o xerme do crime que cometeu Domingo Baltasar “o Guapo”:




O CRIME de BALTASAR “o GUAPO






Según parte oficial de la Guardia Civil del puesto de Porriño, podemos ampliar, aunque poco, los detalles del homicidio ocurrido en la parroquia de Budiño, de aquel distrito y del que dimos ayer cuenta.

La víctima de este crimen, Francisco Pérez Alfaya, de 59 años de edad, fué muerto en su propio domicilio de un tremendo golpe que en la cabeza le asestó con un palo su convecino Domingo Baltasar González, de 22 años y oficio labrador.

Lo que no está bien aclarado es la causa originaria del homicidio, que parece ser fué motivado por una disputa sostenida entre ambos.

El agresor, inmediatamente de realizar el crimen huyó de la parroquia, consiguiendo internarse en Portugal, por cuya razón no ha podido ser capturado.

El Diario de Pontevedra. Periódico liberal. 17 de abril de 1901






Dicían de Domingo Baltasar que era un rapaz conflitivo, de carácter pendencieiro e provocador, “se las echaba de guapo”, tiña 22 anos de idade, vivía en Budiño e dedicábase ás tarefas do campo como a maioría dos seus veciños.

O 21 de xuño de 1901 xunto co seu pai, coincidiron con José Pérez, veciño de ambos, na romaría de San Benito de Pegullal que se celebraba en Salceda.

Nun momento da festa, Baltasar comezou unha forte discusión co seu pai que rematou en golpes ata que interviu José Pérez en auxilio do mais vello, conseguindo que remitisen as agresións.  Pero o rancoroso Baltasar que tiña mal perder, gardoullas ...

Tres semanas despois, o 13 de abril de 1901, estando José Pérez na eira da súa casa preparando unhas vimbias para atar as viñas, preséntouse de imprevisto Baltasar e sen mediar palabra algunha botoulle as mans ao pescozo. Sen poder defenderse José caeu ao chan ao tempo que pediu auxilio. Ante os berros de socorro, saíu na súa axuda o seu pai Francisco Pérez Alfaya quen nese momento tamén estaba na casa.

Baltasar liberou a José e focalizou a súa ira contra Francisco, colleu un pau e pegoulle un forte golpe na cabeza que o fixo derribar instantáneamente ao chan, e para rematalo aséstoulle outro broucazo no pescozo, causándolle unha fractura no cranio e unha conmoción cerebral, provocándolle a morte poucas horas despois.

Baltasar consciente do mal que fixera fuxíu cara a Portugal, manténdose prófugo da xustiza durante 3 longos anos.

En 1904 percibindo certa relaxación no cerco sobre a súa captura, Baltasar comezou a merodear polas parroquias próximas ocultándose da Garda Civil, ata que en setembro de 1904 foi detido. Tras o pertinente interrogatorio confesou a autoría do crime.

O 2 de marzo de 1905 celebrouse a vista xudicial e Domingo Baltasar foi declarado culpable de causar a morte de Francisco Pérez Alfaya e condenado a 12 anos e un día de prisión e ao pago de 2000 pesetas de indemnización á familia da vítima.







Por la Guardia civil de Porriño ha sido capturado el vecino de la parroquia de Budiño, Domingo Baltasar González, que desde 1901 se halla reclamado judicialmente, como autor de la muerte de su convecino Francisco Pérez Alfaya, realizada el día 13 de Abril del citado año.

Dicho sujeto merodeaba ocultamente por la comarca, donde era temido por su carácter de pendenciero, haciendose el guapo.

Confeso de su delito fué entregado al Juzgado de instrucción de Tuy.

La Correspondencia Gallega. 24 septiembre 1904










La Guardia civil del puesto de Porriño acaba de prestar un importante servicio, capturando, después de tres años de pesquisas inútiles, al vecino de la parroquia de Budiño, Domingo Baltasar González, autor del asesinato de su convecino Francisco Pérez Alfaya, cometido el día 13 de Abril de 1901.

El detenido se las echaba de guapo, siendo de carácter pendenciero y provocativo, y hace tiempo que merodeaba por las parroquias del mencionado distrito, ocultándose á la acción de la justicia.

Confeso del delito mencionado, ingresó en la cárcel de Tuy á disposición del Juzgado del partido.


El Diario de Pontevedra. 24 septiembre 1904














Hoy se celebrará en la Audiencia la vista del proceso de Tuy contra Domingo Baltasar por muerte violenta de su convecino José Pérez Martínez.

El hecho ocurrió hace cinco años cerca del Porriño, pero por haberse ausentado el delincuente á Portugal no pudo celebrase hasta la fecha el juicio.

Pide el fiscal la pena de 14 años, 8 meses y un día de reclusión. La defensa está encomendada al abogado D. Prudencio Landín con el procurador D. Daniel Barros.

Diario de Pontevedra. 2 de marzo de 1905











Se vió ayer ante el Jurado en nuestra Audiencia, la causa incoada en el Juzgado de Tuy, contra Domingo Baltasar Gonzalez, por el delito de homicidio.

Según la relación Fiscal, el procesado venía enemistado desde hace tiempo con su cuñado José Pérez, vecino de Budiño, por haber salido el último en defensa del padre del Domingo á quien este amenazara de palabra y obra en la fiesta de San Benito de Pigullal.

Llegado el 13 de Abril de 1901 y estando el José Pérez en la era de su casa limpiando unas mimbres para atar la viña, se presentó allí el Domingo y sin mediar palabra alguna echó las manos al pescuezo del José tirándole al suelo, por lo que dió voces demandando auxilio, á las que acudió su padre Francisco Perez y al que acometió enseguida el procesado, con un palo, y pegándole primero en la cabeza cayó al suelo y yá en esta situación le dió otro en el cuello, causándole la fractura del cráneo y una congestión y meningitis cerebral, por consecuencia de las cuales falleció á las doce de la noche del mismo día.

Preguntado el procesado este niega ser autor del hecho que se le imputa y recibida la prueba el Presidente suspende la sesión hasta las tres y media de la tarde.

Reanudada, el Ministerio público pide en su informe se condene al procesado á la pena de 14 años, 8 meses y un dia de reclusión temporal, costas é indemnización de 2.000 pesetas á la familia del interfecto.

La defensa encomendada al señor Landín, refuta algunas de las afirmaciones hechas por el Fiscal y dice que su representado al ejecutar los hechos relatados, lo hizo por miedo y obedeciendo á una fuerza insuperable, al ser acometido por parte del interfecto y del hijo del mismo, sin intención de causar un daño tan grave como el que produjo, solicitando del Jurado un veredicto de inculpabilidad.

Hecho el resúmen por el Presidente, el Jurado se retiró á deliberar dictando un veredicto de culpabilidad, pero apreciando una circunstancia atenuante, pronunciando luego sentencia la Sala por la que se condena al Domingo Baltasar Gonzalez á la pena de 12 años y un día de reclusión temporal y 2000 pesetas de indemnización á la familia del interfecto.

La Correspondencia Gallega. 3 de marzo de 1905