jueves, 5 de diciembre de 2019

Ano de 1674: A QUINTA de PEGULLAL (Parte 3) Alonso José Correa Mendoza de Soutomaior





Alonso José Correa Mendoza Sotomayor, naceu no ano 1674, casou con Catalina Josefa Sarmiento de Quirós e Alsace, quen era filla do marqués de Mos.

Con este casamento entroncouse o señorío de Pegullal có marquesado de Mos. Alonso foi Conde de San Bernardo, Vizconde do Pegullal, Rexedor perpetuo de Tui, Deputado en diversas Xuntas do Reino, tamén deputado en Madrid nas Cortes de 1712. Coronel do Rexemento de Milicias de Tui, Capitán de Cabalos e Corazas, Coronel do Rexemento de Francisco Palomino, Maestre de Campo de Tercios de Galicia, Tamén foi xuíz de Tui no ano 1697 e cabaleiro da Orde de Santiago.

E por suposto foi señor e dono da quinta de Pegullal:







Por Informazion echa a pedimento de D. Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, Regidor perpetuo de la ciudad de Tuy, en la Villa de Santa Maria de Salzeda ante Lopez Rodríguez de Araujo con fecha de veinte y ocho de julio del año pasado de 1699 con la que el dicho Dn. Alonso Correa pretendiente fue hijo de Dn Alonso Correa Sotomayor cavallero del avito de Santiago, capitán de cavallos y de infanteria y nieto de Dn Gomez Correa Sotomayor cavallero del dicho avito de Santiago, capitán de ynfanteria y algualcil mayor de la Santa Ynquisicion de este Reyno y visnieto de Alonso Correa Ozores capitán de Ynfanteria y sobrino de Dn Pedro de Alemparte Correa y su heredero de los vienes raizes que en el y para sus subcesores vinculó y agregó a los Maiorazgos y casa del Pegullal de quien era Sr.

Por otra información echa en la dicha Villa de Santa Maria de Salzeda ante Lopez Rodriguez de Araujo escribano en ella y con auto de Lorenço Fernández Juez y zitado el procurador General en 10 dias del mes de Diziembre del año de 1698 consta que la dicha casa de Pegullal esta en la jurisdizion de dicha Villa y que se la comparte alcavalas y zientos como a los demas vezinos, y que tiene de termino y circuito medio quarto y mas de legua, y que hes Posehedor de ella y de los Maiorazgos y Vínculos que agregó el Dr. Alemparte al dicho Dn. Alonso Correa y Mendoza pretendiente;

(...)

Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor Maestro de Campo de Infanteria Española vezino y natural de la villa y feligresia de Salzeda en esta provincia de Tuy y Reino de Galicia, ante V. Como mas aya lugar digo, que yo soy dueño y señor de la Casa y Granja del Pegullal sita dentro de los limites de dicha feligresia y villa de Salzeda a donde e vivido antes de pasar a servir al Rey nuestro señor (que Dios guarde) y vivieron el Capitan de Cavallos Corazas Dn Alonso Correa de Sotomayor, cavallero del Orden de Santiago, mi padre, y el Capitan Dn Gomez Correa de Sotomayor también cavallero del Orden de Santiago mi abuelo, aora difuntos y todos los demas mis abuelos paternos, ascendientes, la qual dicha Granxa y Casa esta Portada con los escudos de Armas de mis blasones y murada sobre si, se compone de huertas, viñas, parrales, tierra labrada y dehesa ...

CONSEJOS,35062,Exp.2. Archivo Histórico Nacional







A súa muller, Catalina Josefa de Quirós era filla de María Bernarda de Alsace e Bosú e Gabriel Sarmiento Quirós, Rexedor perpetuo de Galicia, Xentil home de cámara do consello de Facenda, Deputado Xeral de Galicia e I Marqués de Mos.

Os Correa con amplo historial de servizos e distincións militares e propietarios de amplas facendas e vasalos, estaban faltos dun estatus nobiliario. Conseguírono con este matrimonio emparentándose cos Marqueses de Mos, sendo o xerme desde entón dunha das mais importantes liñaxes de toda España nos séculos XVII, XVIII e XIX. 


Árbore xenealóxica




Do matrimonio entre Alonso e Catalina naceron dez fillos, dos cales os catro primeiros naceron en Pegullal, os seguintes naceron no pazo de Mos:

- Benito Bernardo Correa Sarmiento Mendoza, nacido en Pegullal en outubro de 1711,

- Pelayo Antonio Correa Sarmiento Sotomayor, nacido en Pegullal en marzo de 1713,

- Juan Felipe Correa Sarmiento, nacido en mayo de 1714,

- María Josefa Correa Alsace Bosu, casada con Francisco Borja Sarmiento de Sotomayor señor da casa e xurisdición de Petán,

- María Bernarda Correa, casada con Josef Gaspar de Boan, señor da casa de San Damián,

- Isabel María Correa, casada con Antonio Gómez coronel de Cabaleiría en Portugal,

- Alonso Josef Correa,

- Gerónimo Antonio Correa,

- Manuel Josef Correa.






En veinte y nuebe de octubre de mil sietecientos once, de mi licencia el Fra Dn Ignacio Fariña c. de la Santa Iglesia # bautizo un niño hijo de Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor Marques de Mos, Conde de San Bernardo, y de su mujer Doña Cathalina Josepha Sarmiento de Quiros, Sotomayor y Alsace Marquesa de Mos, Condesa de Villanueva de San Bernardo, pusole nombre Benito, Bernardo, Rafael, Joseph Antonio Juan Ignacio, Thelmo, Francisco, Guillermo, Alonso, Caetano, Jacob, Narciso, Nicolas, Ramon, de Santa Maria, fueron sus padrinos Don Antonio Joseph Montenegro y Lemos y Sotomayor y su mujer Doña Ana Maria Correa, sus hermanos, vecinos de la Ciudad de Tuy, a quienes declare el parentesco espiritual y lo firmo en esta villa de Salceda como abad y s. de ella a los dichos dias, mes y año ut supra. Nacio el dia 24 de dicho mes de San Rafael.
Libro de Bautizados de Santa Maria de Salceda. Arquivo Diocesis Tui-Vigo






Alonso herdou do seu tío Antonio Cortés de Mendoza o título de Conde de San Bernardo. Foi señor da casa de Pegullal, e era coñecido como Marques de Mos, por estar casado con Josefa Catalina Sarmiento de Quirós, aínda que a herdeira do marquesado de Mos era a súa muller.

No ano 1708 iniciou unha demanda ante o Rei solicitando a exención xurisdicional da súa Casa e Granxa do Pegullal para eximila da contribución municipal e apartala da xustiza da vila de Santa María de Salceda ante a oposición dos propios veciños, conseguindo a prebenda do monarca en pago dos favores militares que lle prestara ao Rei, tanto el como os seus antepasados. 






SEÑOR.
Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, Regidor perpetuo de la Ciudad de Tuy, y Capitan de Cavallos Coraças vivo, en el Regimiento de Santiago, dize: Que aviendo obtenido sus Ascendientes de la Magestad del señor Don Felipe Segundo (que está en gloria) la Jurisdicion Civil, y Criminal de la Villa de Salceda, en que dicho Don Alonso Correa tiene su Casa, y Granja del Pegullal, despues de largo tiempo de posesion se tantearon los vezinos de dicha Villa, gozando desde esta ocasion los privilegios, y esenciones, que antes los Progenitores del Suplicante, sin aver quedado alguno reservado, ni concedido á dicha su Casa; antes bien padeciendo el no poderse numerar entre los demás vezinos, respecto de tener estos voz, y voto en la eleccion anual de Justicia, que se le disputan al que suplica, no consiguiendo ser vezino mas que para la razon de subdito, y tolerando de la candidez inculta de los Naturales algunas molestias de el demasiado, y desacostumbrado Señorio, en que estudian borrar lo que antes obedecieron:

Y hallandose el Suplicante sirviendo actualmente a Vuestra Magestad de Capitan de Cavallos Coraças en la Frontera de Estremadura, y aviendo antes solicitado merecer este cargo con la ocasion de aver concurrido como Regidor Diputado de su Ciudad de Tuy en las tres Juntas de Reyno, en que se sirvió á Vuestra Magestad con la leva de dos mil hombres, que pasaron á la America, y la contribucion del Chapin de la Reyna nuestra señora, y prorrogacion de los Millones por seis años mas, sin que aya logrado por esta razon aquellas prendas de la benignidad de Vuestra Magestad que acostumbra dispensar en estas funciones, por no averse concedido á aquel Reyno mas de quatro mercedes de Abito, que se endereçaron al Duque de Hijar, Governador, y Capitan General de él, que confirió á quatro Regidores de los siete que compusieron dicha Junta: y en especial aviendo logrado la honra de concurrir como tal Diputado con poderes generales en la Junta en que se determinó el nombramiento de Comisarios, que en nombre de aquel Reyno viniesen á jurar el vasallage que tanto avian deseado á Vuestra Magestad siendo en todas ocasiones el primero, y que con mayor eficacia esforçó en dichas Juntas el Real servicio, como dizen á Vuestra Magestad en repetidas cartas los Governadores, y Capitanes Generales de dicho Reyno.

Despues de lo qual deseando continuar lo que tanto apetecia, se dedicó a la profesion Militar, siguiendola en los principios con cavallos, y armas propias, sacrificando los caudales de su Casa al mayor servicio de V.Mag. asi en esto, como en levantar á su costa una Compañia de Cavallos, con todo lo necesario hasta ponerla en campaña y despues en aver socorrido á expensas de su solicitud y medios, la falta de víveres que padeció la Plaça de Vigo en la ocasion que se halló invadida de las Armadas enemigas de Inglaterra, y Olanda, recien llegada á ella la Flota de la Nueva-España, lograndolo con la brevedad que necesitava la estrecha urgencia que se tolerava, cuya diligencia se recomienda á la atencion de V.Mag. por el Capitan General, Maestro de Campo General, Capitan General de la Artillería, Governador de dicha Plaça, y mas Oficiales Mayores de la Milicia de aquel Reyno. Pasando despues á servir en las Fronteras de Castilla la Vieja, y Estremadura, donde le han favorecido algunas ocasiones en acertar a mantener el concepto que significan a V. Mag. sus Generales. Padeciendo su Casa, por el motivo de la guerra presente, la perdida de un Mayorazgo de mas de mil ducados de renta, y en el de Galicia mas de cinco mil ducados de hazienda, con otros mas servicios que haze al Real de V. Magestad.

Y asimismo en tiempo de la rebelion de Portugal, Don Alonso Correa, Cavallero que fue del Orden de Santiago, padre de el que suplica, perdió en uno, y otro Reyno mas de tres mil y quinientos ducados de renta de diferentes Mayorazgos, y mas de veinte y ocho mil ducados de hazienda, y un Patronato de un Convento de Religiosas, con la Regalia en él de dos plaças para dos doncellas, y una Casa fuerte, con su Granja en el Reyno de Portugal, tasada en mas de treinta mil ducados: obligandole la fidelidad, y amor a los señores Reyes ascendientes de V. Mag. á dexar su asiento, y casa en aquel Reyno, y conveniencias que en poseia, y pasar al de Galicia con su mujer, y hijos á sacrificarse enteramente en el servicio de V.Mag. asistiendo á su costa con cavallo, y armas propias, de Aventurero, y continuó en los Exercitos de V.Mag. hasta que se le confirió el cargo de Capitan de Infantería, y despues de Cavallos: logrando también el Suplicante ver acreditada en su abuelo Don Gomez Correa (Cavallero despues de el Orden de Santiago, y Alguazil Mayor de la Inquisicion del Reyno de Galicia) esta misma faccion, pues en el mismo tiempo pasó igualmente de el Reyno de Portugal, con su muger, y la restante familia, á dicho Reyno de Galicia, no perdonando ni á su edad, ni á mas de dos mil ducados de renta, que perdió en esta ocasion con la sublevacion, y entradas del Rebelde, sirviendo asimismo á V.Mag. de Soldado, Capitan de Infanteria, y de Cavallos, y Governador de dos leguas de Frontera: siguiendo esta misma profesion su visabuelo el Capitan Alonso Correa Ozores: tambien se halla el que suplica sobrino, y heredero á los servicios de Don Diego Ozores, Inqusidor de Santiago, Granada, y Toledo, donde murió: como de los de su tío Don Fray Antonio de Sotomayor, Confesor que fue del Rey nuestro señor Don Felipe Quarto (que está en gloria) Arçobispo de Damasco, Comisario General de Cruzada, Inquisidor General de España, y del Consejo de Estado de V. Mag. Constando ser de la primera Nobleza de ambos Reynos, y no aviendo tenido hasta aora estos servicios, y perdidas recompensa alguna, puesto á los pies de V.Mag. con el profundo rendimiento, y veneracion que debe: Suplica á V.Mag. se sirva dignarle de concederle Jurisdicion Civil, y Criminal en dicha su Casa, y Granja del Pegullal, con inmediata subordinacion, y legitimas apelaciones á la Real Audiencia de aquel Reyno, en lo qual no se perjudica á los vezinos, como V. Mag. ha tenido presente en otras mercedes de esta calidad, que se estan gozando en aquel Reyno, y fuera de él, como consta del informe mandado dar por V.Mag. á la Real Audiencia de la Coruña, y Governador, y Capitan General de aquel Reyno, en los años pasados que tuvo principio esta pretension, la que el que suplica espera lograr, y recibir de la benignidad de V.Mag. en atencion á los servicios referidos, y perdidas tan confiderables de hazienda, con que aumentará en alguna distincion el lustre de su Casa: asi lo espera de la suma piedad, y alta consideracion de V.Magestad.





RELACION DE SERVICIOS DEL CAPITAL DE CAVALLOS Coraças Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, Regidor perpetuo de la Ciudad de Tuy; y de los de su Padre el Capitan de Cavallos Don Alonso Correa Sotomayor, Cavallero del Orden de Santiago, y Ministro de la Santa Inquisicion; como de su Abuelo el Capitan de Cavallos D.Gomez Correa Sotomayor, Cavallero tambien del mismo Orden, y Alguazil Mayor de la Santa Inquisicion del Reyno de Galicia; y de su Visabuelo el Capitan Alonso Correa Ozores, Ministro de la Santa Inquisicion; y de los de sus Tios Don Diego Ozores Sotomayor, Fiscal de la Santa Inquisicion de Santiago, y Inquisidor de las de Granada, y Toledo; y del Excelentisimo señor Don Fr. Antonio de Sotomayor, Confesor que fue del Rey nuestro señor D.Felipe Quarto (que está en gloria) Arçobispo de Damasco, Comisario General de la Santa Cruzada, Inquisidor General de España, y del Consejo de Estado.

Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, consta por diferentes instrumentos, que es Regidor perpetuo de la Ciudad de Tuy, aviendolo sido su padre, y abuelo, y que ha sido Juez Ordinario de ella, como Cabeça de aquella Provincia; y Io mismo representa dicha Ciudad á su Magestad en carta de dos de Junio de mil seiscientos y noventa y nueve, calificando sus prendas, y calidad: como tambien lo haze el Cabildo Eclesiastico de dicha Ciudad, insinuando á su Magestad esta misma representacion en carta de diez de junio de dicho año, y confirmandola en otras muchas que presenta de ambas Comunidades.

Por certificacion de Don Andrés Bermudez de Castro, Contador por su Magestad de la Gente de Guerra en el Reyno de Galicia, dada en treinta de Septiembre de mil setecientos y uno, confía ser Cabo, y Capitan del Coto de Badernado, Villa-Nueva de San Bernardo, y sus agregados, por patente del Excelentisimo señor Duque de Vzeda, Governador, y Capitan General del Reyno de Galicia, despachada en catorze de Diziembre de mil seiscientos y ochenta y dos.

El Principe de Barbaçon, Governador, y Capitan General de dicho Reyno de Galicia, en cartas para su Magestad de veinte y seis de Septiembre de mil setecientos y dos, y veinte y uno de Febrero de mil setecientos y tres, dize en la una que en las tres Juntas del Reyno que se han celebrado en su tiempo, Don Alonso Correa, Regidor perpetuo de la Ciudad de Tuy, una de las siete que le componen, concurrió como Diputado de dicha Ciudad, siendo su voto el primero que asistió con mayor zelo al servicio de su Magestad, y que desde el principio de aquella Carnpaña se ha hallado cerca de su persona, aviendo exercitadose en quanto le ha ordenado, con valor, y promptitud, sin negarse al trabajo, y incomodidades que en semejantes ocasiones se experimentan, siendo uno de los primeros Cavalleros, y de la primer Nobleza de aquel Reyno, teniéndole por muy merecedor de que su Magestad le acomode, porque en su valor, y prendas, no solo se asegura la justificada eleccion de su Magestad, sino el desempeño de su sangre, y grandes obligaciones. Y en la otra dize (entre otras muchas cosas) el gran zelo, valor, y amor que al Real servicio ha manifestado Don Alonso Correa, Regidor perpetuo de la Ciudad de Tuy, y que a su instancia debía hazer presente á su Magestad su gran merito, recopilando sus servicios, aviendolos començado en las dos Juntas de Reyno, en que facilitó sumamente la leva de dos mil hombres, la concesion del Chapin, y quanto conduxo al servicio de su Magestad, á que dedicado todo, fenecida la Junta con los sonidos de arma, se quedó en la Plaça de Vigo, deseando manifestar su obligacion, y zelo, asistiendole siempre, siendo tan puntual, que teniendo su casa a tres leguas, en seis meses no la vió tres meses, no deteniendose en ella nunca mas que pocas horas; y de aver llegado las seis Compañias que de orden de su Magestad pasaron á aquel Reyno, pareciéndole que en ellas haria mas servicio, y merito, sentó plaça en la Compañia de Cavallos del Capitan Don Joseph Carrillo y Albornoz, dando exemplo con su zelo, como con su gran puntualidad, y con la misma aviendo llegado el Enemigo, atendió á todo, siendo muy util, como practico de la Tierra, no siendo menos su autoridad, y la estimacion en ella, con cuyo conocimiento (aviendo la tribulacion de la entrada de los Enemigos hecholes carecer de víveres) le avia hecho pasar á su Ciudad á facilitar tan preciso socorro, lo que executó en pocas horas, con tal abundancia, que cesó enteramente la necesidad, facilitando esto con sus caudales, y casa, de que gustoso, como de su vida, quería hazer sacrificio á su Magestad,como lo continúa, y desea hazer; y aviendo elegido la profesion de las Armas, en que sin duda será de gran provecho, y digno de que su Magestad le tenga muy presente, y le honre, como de todas maneras procura merecer.

Por dos testimonios de Antonio Fernandez de Castro, Escrivano de su Magestad, y del Numero de la Ciudad de la Coruña, dados el, uno en treze de Mayo de mil setecientos y dos, y el otro en tres del mismo mes, y año, consta, que aviendo asistido á dar fe de las Juntas del Reyno, que se celebraron en virtud de Real orden convocatoria del Rey nuestro señor (Dios le guarde) sobre la concesion de dos mil hombres de leva, en que se estava entendiendo en dicha Junta por los siete Cavallevos de las siete Ciudades de que se compone, aviendola presidido dicho Principe de Barbançon, como Governador, y Capitan General de él; Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, Regidor perpetuo de la Ciudad de Tuy, como su Diputado, y en virtud de poder decisivo de dicha su Ciudad, usando de el, hizo la concesion de dichos dos mil hombres á su Magestad, en vista de la qual se paso a hazer la referida leva de los dos mil hombres, permitiendo que a este fin se diesen, y despachasen todas las ordenes necesarias. Y en dicha Junta celebrada el año de mil setecientos y uno, Don Alonso Correa fue uno de los siete Cavalleros Diputados, y como tal, con los poderes necesarios de su Ciudad, asistió en ella, dando los medios mas convenientes para efectuar, ajustar, transigir, y satisfacer los cances que resultan de las quentas que tuvo á su cargo en dicho Reyno Don Juan Montenegro y Neyra; en cuyo cumplimiento executó dicho Don Alonso Correa lo que su Magestad ordenava,como mas ampliamente lo dize á su Magestad dicho Principe de Barbançon en las cartas arriba referidas. Tambien consta por dichos testimonios, que el dicho D. Alonso Correa considerando las calamidades que padecen los de su Provincia de Tuy, y mas de el Reyno,con las centinelas, y mas ministerios que introducen los Oficiales de Milicias, representó, que se pida á su Magestad las reforme,y que se formen tres Tercios de Infanteria de Naturales de aquel Reyno, haziendo grande instancia sobre este punto; encareciendo lo mucho que importava: Y por dichos testimonios consta tambien, el que como nombrado por su Ciudad, y uno de los siete Diputados que componían dicha Junta, otorgó; y dio poder al Excelentsimo señor Conde de Monterrey, y al Marqués de Mos, para que en nombre de dicho Reyno de Galicia hiziesen el juramento de fidelidad, y besasen la mano á su Magestad, como consta lo executaron en virtud de dicho nombramiento. Y asi mismo consta, que en veinte y ocho de Julio de mil y setecientos, dicha Ciudad de Tuy otorgó poder al referido Cavallero Diputado Don Alonso Correa para que en su nombre pudiese votar en orden á la concesion del servicio que llaman del Chapin de la Reyna nuestra señora, y en virtud de dicho poder hizo á su Magestad la concesion de dicho servicio. Y asimismo consta tambien la forma,y disposicion que dicho Don Alonso Correa dava para la reformacion de dichas Milicias, y formacion de tres Tercios de Infanteria, que avia de paga aquel Reyno.

Por testimonio de Bernardo Alvarez Becerra y Aldao, Secretario de las Juntas, y Diputaciones del Reyno de Galicia, su fecha de siete de julio de mil setecientos y quatro, consta, que D.Alonso Correa en nombre de dicha Ciudad de Tuy asistió á una junta que se celebró en la Villa de Pontevedra, sobre la reduccion de Milicias á Tercios; constando tambien por el mismo testimonio, como el dicho Don Alonso Correa (siendo el Marqués de San Vicente Governador, y Capitan General de aquel Reyno) asistió a otra Junta celebrada en dicha Villa de Pontevedra, en presencia de dicho Marqués, á fin de que se hiziese nueva prorrogacion, y concesion a su Magestad de los servicios de Millones por otros seis años mas; y hallandose con poderes decisivos para votar en nombre de dicha Ciudad de Tuy, y su Provincia, en razon de lo que vá expresado, fue de voto de que á su Magestad se le concediese dicha prorrogacion de los referidos servicios; como asimismo lo representa al Excelentisimo señor Conde de Montellano, Governador del Consejo de Castilla, el Duque, y Señor de Hijar, Governador, y Capitan General de dicho Reyno de Galicia, en carta de diez de junio de mil setecientos y quatro, en que le pondera sus buenas prendas, calidad, y zelo, siendo muy digno de que su Magestad le atienda en sus ascensos, y pretensiones.

Siguió despues enteramente la profesion de la Milicia, y en ella ha servido á su Magestad (como confía por dos certificaciones de Don Joseph de Cetina, Cavallero del Orden de Santiago, Secretario de su Magestad, y Veedor de la Gente de Guerra del Reyno de Galicia; y de Don Agustin Calderon de la Barca, Veedor, y Contador del Exercito de Castilla la Vieja) un año, seis meses, y veinte dias continuos, en esta manera: Los diez meses, y onze dias de Soldado montado en Cavallo suyo, en la Compañía de Cavallos del Capitan Don Joseph Carrillo de Albornoz, desde cinco de Noviembre de mil setecientos y dos, que le formó su primer asiento, en virtud de decreto del Principe de Barbançon, Governador, y Capitan General, de dicho Reyno de Galicia. Y los ocho meses, y nueve dias restantes de Capitan de Cavallos Coraças en una Compañia que levantó á su costa (de que se le despachó patente en diez y ocho de Julio de mil setecientos y tres) hasta quatro de Junio de mil setecientos y quatro, que lo quedava continuando, con dicho puesto en las mencionadas Fronteras de Castilla la Vieja, y Estremadura.

Y que aviendosele mandado dispusiese con la representacion de su persona, y autoridad, que tenia de Capitular de aquella Provincia, la conducion de algunos, pasando a la Ciudad de Tuy, con gran brevedad, facilitó el socorro, y tan abundante, que satisfizo la gran esterilidad que se experimentava, constandole, que de sus caudales, y casa hizo para este efecto dispendios considerables, bolviendose con gran celeridad á continuar la campaña sin hazer ausencia, ni apartarse hasta la ultima conclusion de ella; y aviendole examinado el animo, le halló muy inclinado á proseguir la profesion militar, y le juzga por util para el Real servicio dignisimo de las honras que su Magestad (Dios le guarde) fuere servido hazerle: y que en qualquiera empleo, y cargo que le constituyan, sabrá enteramenre cumplir con las obligaciones de su sangre, y de muy valeroso,y zeloso Soldado.

Por certificacion de Don Pedro Albares de Villarin, General de Batalla de los Exercitos de su Magestad, su fecha en diez y nueve de Junio de mil seteciéntos y tres, consta, que conoce, y ha visto servir todo el tiempo que estuvo en Galicia en esta presente guerra á Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, particularmente el año pasado, estando mandando la Plaza de Vigo; y que aviendo entrado en aquella Ria las Armadas enemigas de Inglaterra, y Olanda en seguimiento de la Flota de la Nueva-España, y Esquadra de Francia, no aviendo viveres algunos en dicha Plaça, fue embiado dicho D. Alonso Correa por el Príncipe de Barbançon, Governador, y Capitan general de dicho Reyno, á recoger quantos víveres pudiese; lo qual executo sacando á toda la Guarnicion de la necesidad en que estava, aviendo sido el primero que socorrió la Plaça con bastimentos, bolviendose luego a ella, donde asistió todo el tiempo que los Enemigos estuvieron delante, cumpliendo en todo muy á su satisfacion, y á la de los demás Cabos de la Plaça: por lo que le juzga digno, y merecedor de todas las honras, y mercedes que su Magestad (que Dios guarde) fuese servido hazerle. Y lo mismo certifican Don Thomás de los Cobos Capitan General de la Artilleria del Reyno de Galicia y Don Bernardo Renao, General de Batalla de los Exércitos de su Magestad, por certificaciones dadas en quinze de Noviembre de mil setecientos y dos; y siete de Abril de mil setecientos y tres, ponderando su mucho valor, y zelo al Real servicio.

El Maestro de Campo General Don Francisco Ronquillo Governador de Castilla la Vieja, y Teniente General de los Exercitos del Rey nuestro señor, en carta para su Magestad, su fecha de diez y seis de Octubre de mil setecientos y quatro, dize ha visto servir al Capitan de Cavallos Don Alonso Correa Sotomayor con tan puntual cumplimiento de las obligaciones con que nació, que á su entender, es uno de los mejores Oficiales que de su agrado tiene su Magestad, y que sus prendas ofrecen particulares, y continuados meritos á su Real servicio, con mucho aprovechamiento, debiendo asi su ingenuidad reprefentarlo a su Magestad, teniendole por justo acreedor de las honras qua se dignare de dispensarle la Real gratitud de su Magestad.

Por certificacion de Don Antonio Lopez Gallardo, Governador por su Magestad de la Plaça de Salvatierra, y su Tierra, dada en seis de Diziembre de mil setecientos y quatro, consta, que aviendo llegado a dicha Plaça de guarnicion el dia primero de Noviembre de dicho año el Capitan de Cavallos Don Alonso Correa, avia estado en ella hasta el dia primero de dicho mes de Diziembre, obrando siempre con el mayor zelo, y cuydado. Y que aviendo tenido noticia avia en Idaña la Nova una partida de Cavallos de Peña-Macor (además de la Compañia de dicha Idaña) le avia embiado con su Batallon, agregandole treinta y cinco cavallos de la Zarça, y quarenta y ocho Paysanos para que procurase recoger todo el ganado que hallase al pie del mesmo Idaña, por si saliendo la Cavalleria del Enemigo á embaraçarlo, pudiese echarse sobre ella; en cuya virtud mandando dicho D. Alonso executar desembaraçadamente la juncion de todo el ganado, se avia dexado estar mas de tres horas á vista de la dicha Plaça de Idaña la Nova, y que reconociendo no salian á oponersele, avia cargado sobre el Campo del Aduero, haziendo quemar todos los pajares que avia encontrado; y que al acercarse al Village, y Lugar de el Aduero, le salió á la puerta el Vicario, ó Cura, revestido, con algunos vezinos, pidiendo misericordia, y aclamando á nuestro Rey, y Señor, á fin de que no permitiese les saqueasen el Lugar, lo que le suplicavan como vasallos de nuestro Amo; en cuya virtud se lo ha concedido, previniendoles lo que en adelante avian de executar, y considerava por mas conveniente al Real servicio, y dexandoles indemnes, y con una Partida de Guardia, prosiguió la marcha con toda la presa azia dicha Plaça de Salvatierra, arrimandose al Lugar de Cebreros, donde ay un Fuerte con dos cañones, y aviendole hecho los Clérigos, y vezinos el mismo ruego que los otros, baxo el Real Nombre, les avia concedido lo mismo, quienes avian venido ya rindiendo nueva obediencia; y que en otra diferentes salidas, y en todo lo demás que le avia encargado, avia obrado con el desinterés, zelo, y valor correspondiente á su calidad, por que le considerava muy digno, y merecedor de las honras con que su Magestad fuese servido gratificarle.

Y por información de testigos hecha en virtud de decreto del Duque de Hijar, Governador, y Capitan General del Reyno de Galicia, ante Don Diego de Lyra, Cavallero del Orden de Santiago, Juez ordinario de la Ciudad de Tuy, signada de Pablo de Bugarin, su fecha en catorze de Enero de mil setecientos y cinco, justifica aver perdido en el Reyno de Portugal (con ocasión de estas ultimas guerras) D. Alonso Correa, y sus hermanos, Don Gomez, Doña Ana, y Don Juan, un Mayorazgo de mas de mil ducados de renta cada un año, con un casa y granja, que valdría de cinco a seis mil ducados; y que alrededor de la Ciudad de Tuy, perdieron otras haziendas, siendo su valor principal de mas de mil ducados, y que teniendo una casa la mayor, y mejor que ay en dicha Ciudad, voluntariamente la ofrecieron, para que la ocupen los Oficiales Mayores que alli ocurren, como consequentemente la asisten, y habitan, sin interés alguno.






No ano 1689 faleceu a raíña María Luisa de Orleáns, primeira esposa do rei Carlos II de España, e rapidamente se puxo en marcha o mecanismo de busca dunha nova consorte para o monarca que lle puidese dar descendencia, entre varias candidatas a elixida foi Mariana de Neoburgo, quen era filla de Felipe Guillermo, duque de Neoburgo en Alemaña, e da súa esposa Isabel Amalia de Hesse-Darmstadt. As espectativas reprodutivas da candidata eran altas debido á elevada fertilidade da familia, xa que a nai tivera vinte e tres fillos.

Pero o problema de infertilidade era de Carlos II o enfeitizado, quen dispoñía dun lamentable estado físico e de saúde, como consecuencia dos sucesivos matrimonios consanguíneos dos seus pais e avós. 

Sobre as características do rei, o nuncio papal informou o seguinte:





El rey es más bien bajo que alto, no mal formado, feo de rostro; tiene el cuello largo, la cara larga y como encorvada hacia arriba; el labio inferior típico de los Austria; ojos no muy grandes, de color azul turquesa y cutis fino y delicado. El cabello es rubio y largo, y lo lleva peinado para atrás, de modo que las orejas quedan al descubierto. No puede enderezar su cuerpo sino cuando camina, a menos de arrimarse a una pared, una mesa u otra cosa. Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales de inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad, pero no ahora; por lo común tiene un aspecto lento e indiferente, torpe e indolente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer con él lo que se desee, pues carece de voluntad propia.



Mais crítico có aspecto físico e intelectual de Carlos II, foi o embaixador de Francia, quen escribiu a Luís XIV:




El Príncipe parece bastante débil; muestra signos de degeneración; tiene flemones en las mejillas, la cabeza llena de costras y el cuello le supura (…) asusta de feo.






Felipe II
Mariana de Neoburgo






















A voda entre Carlos II e Mariana celebrouse por poderes o 28 de agosto de 1689 en Ingolstadt, Alemaña, sen coñecerse os contraentes. Unha vez celebrados os esponsais iniciouse a viaxe de Mariana e todo o seu séquito, entre os que se encontraba dous irmáns dela, con dirección a Holanda para embarcar despois con destino á Coruña e de alí cara a Valladolid onde se encontraron por primeira vez os dous esposos, e desde Valladolid partir xuntos cara ao pazo real en Madrid.

España estaba pletórica por recibir e aclamar á nova Raíña, na que tantas esperanzas tiña para que dese un herdeiro á coroa. Despois dun largo e complicado viaxe, no que incluso o barco encallou na costa de Mugardos, chegou o 9 de abril do ano 1690 á Coruña. No recibemento da raíña participou Alonso Correa:







... En los preparativos que ordenaba realizar el Gobernador el 8 de diciembre de 1689, para que se arreglasen los caminos por los que había de transitar Doña Mariana de Neoburgo, cuando venía para celebrar sus nupcias con el desdichado Carlos II, y se preveía muy próxima su llegada al puerto de La Coruña.
Este acontecimiento, lleno de esperanzas para los fieles españoles que veían desasosegados la falta de sucesión, tuvo gran resonancia en Galicia en la que toda clase de corporaciones eclesiásticas y civiles lo celebraron con la mejor de las unanimidades. Por lo que al Reino y sus ciudades tocaba estaba previsto por el Gobernador que cada una enviase sus representantes, y a este hecho se refiere nuestra segunda mención, que centrada en lo que practicó la ciudad de Tuy nos muestra cómo el Reino efectuó su acatamiento de manera oficial. No teniendo propios los tudenses pretendieron, el día 9 de enero, ser dispensados de asistencia a la recepción de La Coruña, pero inmediatamente, el Gobernador, que era entonces el Conde de Puñonrostro, negó lo solicitado, asegurando que estaba ordenada la presencia de cuatro capitulares por cada ciudad, aunque autorizaba que uno de ellos fuera el Marqués de Mos, que se hallaba en La Coruña. En efecto, aceptó el Marqués, pero no dejó de reclamar que se le enviara lo necesario para la decencia de su persona, que era lo que se exigía a cada capitular que viniese, es decir, dos lacayos, todos con la misma librea, y los capitulares vestidos de golilla, con traje de felpa o de terciopelo. Al fin, el Gobernador condescendió en la representación unipersonal por cada ciudad, y efectivamente, el día 10 de abril, dos después de la llegada de la Reina a La Coruña, se celebró una Junta de Reino, en la que éste pidió al Conde de Lemos, que le apadrinase en el acto del Besamanos de la Reina. Para este fin hicieron una legacía Don Alvaro de Castro y Don Blas de Ulloa, que volvieron a la Sala acompañados del mismo Conde, el cual presidió la comitiva, en la que hacían el séquito el Marqués de Amarante, Maestre de Campo General del Reino, el Marqués de Valladares, Maestre de Campo, Don Alonso Fierro Castañón; Gobernador de Armas de la ciudad. Llegados a los Palacios en que estaba la Reina, les franqueó el Mayordomo de semana, Marqués de Villavicencio, la audiencia, entraron a la presencia real para hacer el besamanos. Estaba Doña Mariana bajo su dosel, teniendo a su derecha a la camarera mayor, Duquesa de Alburquerque, y a la izquierda al Mayordomo Mayor, Marqués de la Laguna, y terminado el acatamiento fueron a repetirlo con el Príncipe Luis de Neoburgo, Gran Maestre Teutónico, que por cierto había de hacer días más tarde, camino de Portugal, una jornada por Galicia, que nos ha dejado diversas muestras ...





Na comitiva tamén estaba o irmán da raíña, Luís de Neoburgo, Gran Maestre Teutónico, quen en lugar de continuar a viaxe a Madrid có resto da comitiva real, dirixiuse a Portugal, facendo unha parada en Tui, hospedándose no palacio episcopal, mentres que o seu séquito foi acomodado nas casas de Alonso Correa:





En el Libro de Acuerdos, Cartas-Ordenes de Tuy, año 1690. El Gran Maestre Teutónico había decidido aprovechar la estancia en Santiago para hacer una visita a Portugal, y así cumplió su deseo. De su paso por Pontevedra he relatado ya lo preciso en mi Nota vieja pontevedresa, El Gran Maestre Teutónico (Spes., número 82, octubre de 1941). Por lo que toca a Tuy, la segunda de las grandes ciudades visitadas, podemos decir que el 24 de abril, es decir, cuando ya la Reina se había encaminado a Madrid, el Ayuntamiento acordó salir a recibirle precedido de maceros y que su venida se celebrara con un folión, luminarias, y 24 hachas que se pondrían en las Casas de Ayuntamiento. Se le prepararon habitaciones para él y parte de su séquito en el Palacio Episcopal, con 12 hachas que se colocaron en la galería que miraba al Miño, alojándose al resto del séquito en las casas de Don Alonso Correa, plaza y otras partes. Se pintó galanamente la barca del Miño, se puso un dosel y tablado para la recepción pública y de todos estos particulares se encargó a Don Diego de Iñigo. Los gastos hechos se conservan en un testimonio del escribano Pedro Sánchez Delgado a los folios 63-77 de este mismo volumen.
Juntas del Reino de Galicia. E. Fernández Villamil.






Outro episodio onde Alonso Correa deixou pegada importante foi durante a Batalla de Rande, acaecida en outubro de 1702. Aínda que as interpretacións son contraditorias dependendo do bando que as conta, na versión anglosaxoa sobre a batalla de Rande acrecéntase a vitoria da frota anglo-holandesa sobre a franco-española e dise:





Al amanecer del 23, el “Zeven Provincies”, por el norte, y el “Association”, por el sur, ambos con noventa cañones, abrieron fuego contra los fortines y los buques “L’Esperance” y “Le Bourbon”. A esa hora, los españoles oían misa y recibían la bendición del limosnero de a bordo. Entre once y doce de la mañana, Ormond, con cuatro mil hombres, desembarcó en Teis, donde las milicias campesinas, mandadas por Alonso Correa de Mendoza y Sotomayor, conde de San Bernardo y vizconde de Pegullal, huyeron al primer disparo de arcabuz. Sin oposición, los ingleses cubrieron, velozmente, la media legua que les separaba de Rande, donde las trincheras no estaban terminadas y las balas del “Association” habían derribado algunos muros.



A batalla da bahía de Vigo, obra de Ludolf Backhuysen



Poida que non estivese moi esaxerado dito relato, a raíz do que podemos deducir sobre a formación da citada milicia:





Reunido el Municipio (de Tuy) el día 13 de octubre, con asistencia de Don Manuel Antonio Pereira Varela de Moscoso, Juez, y los regidores Don Antonio de Araujo, Don Antonio José de Montenegro y Lemos y Don Antonio de Lafuente, convencidos de la inminencia de invasión, se les ocurrió la idea, curiosa por cierto, de formar una Compañía con los ministros, oficiales de pluma y mozos que pudieran tomar armas, a los que se convocaría por bandos para que se alistasen, so pena de traición al Rey. Formada la Compañía, si atacasen los invasores, acudiría a la plaza de Vigo con los Regidores al frente, y la asistencia sería a su costa en demostración de su gran lealtad. Al dar las gracias en nombre del Gobernador, el día 15, Don Alonso solicitó que se le confiriera esta Compañía, con una de las 36 patentes que el Rey había concedido para nombramiento de Oficiales ...
Juntas del Reino de Galicia. E. Fernández Villamil.



En cambio fontes españolas certifican:



Por certificacion de Don Pedro Albares de Villarin, General de Batalla de los Exercitos de su Magestad, su fecha en diez y nueve de Junio de mil seteciéntos y tres, consta, que conoce, y ha visto servir todo el tiempo que estuvo en Galicia en esta presente guerra á Don Alonso Correa Mendoza y Sotomayor, particularmente el año pasado, estando mandando la Plaza de Vigo; y que aviendo entrado en aquella Ria las Armadas enemigas de Inglaterra, y Olanda en seguimiento de la Flota de la Nueva-España, y Esquadra de Francia, no aviendo viveres algunos en dicha Plaça, fue embiado dicho D. Alonso Correa por el Príncipe de Barbançon, Governador, y Capitan general de dicho Reyno, á recoger quantos víveres pudiese; lo qual executo sacando á toda la Guarnicion de la necesidad en que estava, aviendo sido el primero que socorrió la Plaça con bastimentos, bolviendose luego a ella, donde asistió todo el tiempo que los Enemigos estuvieron delante, cumpliendo en todo muy á su satisfacion, y á la de los demás Cabos de la Plaça: por lo que le juzga digno, y merecedor de todas las honras, y mercedes que su Magestad (que Dios guarde) fuese servido hazerle. Y lo mismo certifican Don Thomás de los Cobos Capitan General de la Artilleria del Reyno de Galicia y Don Bernardo Renao, General de Batalla de los Exércitos de su Magestad, por certificaciones dadas en quinze de Noviembre de mil setecientos y dos; y siete de Abril de mil setecientos y tres, ponderando su mucho valor, y zelo al Real servicio.





No ano 1708 Alonso iniciou as obras de ampliación do pazo de Mos herdado de parte do seu sogro, quitando da fachada principal o escudo de Quirós, e substituíndoo por outro que contiña ademáis as súas armas. O 21 de setembro de 1721 inaugurouse o novo Pazo de Mos, e os marqueses mudáronse a vivir a Mos, a partir de dita data a casa de Pegullal pasou a ser segunda vivenda.


 
Pazo de Mos



O rei Felipe V concedeu o 14 de abril de 1728, o título de vizconde de Pegullal, ao fillo primoxénito de Alonso Correa, Benito Bernardo Correa y Sarmiento.



Por cuanto en consideración de la calidad y meritos de vos el Marqués de Mos, y atendiendo al especial de haber asistido en las Cortes de Madrid como Procurador por el Reino de Galicia; Por Decreto señalado de mi Real Mano de 25 de mayo de 1713 os hice merced para vuestro hijo primogénito del título de Vizconde, y después por resolución a consulta de mi consejo de la Cámara de 19 de agosto de 1715 vine en declarar por nueva gracia, que esta merced; Fuese, y se entendiese perpetua, en cuya conformidad y por que habéis elegido el título de Vizconde del Pegullal que recaiga en el referido vuestro hijo primogénito, que lo es D. Benito Bernardo Correa Sarmiento de Sotomayor, (...) y declaro que de esta merced habéis pagado el derecho de la media anata, que importó 281.250 maravedíes de vellón, el cual han de satisfacer conforme a reglas de dicho derecho todos los Primogénitos de vuestra casa que adelante sucedieren en este título, dada en Buen Retiro a 14 de abril de 1728. Yo el Rey.
Archivo Central del Ministerio de Justicia. Madrid




Benito Bernardo, quen era o fillo primoxénito e herdeiro finou no ano 1737 aos 26 anos, pasando a ser o novo sucesor seu irmán Pelayo Antonio Correa.

Copia do testamento de Alonso Correa outorgado no pazo de Mos o 26 de novembro de 1739 no que deixa como herdeiro a Pelayo Correa:





En el nombre de Dios amen: Sepan quantos presentes carta de Manda y Testamento, última y postrimera voluntad vieren como yo Don Alonso Correa Mendoza Y Sotomayor, vezino desta Villa de Mos, Conde de San Bernardo, señor del Coto de Badernardo San Julian del Cebreiro y mas jurisdiciones anexas y pertenezientes a su casa de Maiorazgo, y Coronel a cavallo del Reximiento de Ynfanteria de Milizia desta Probinzia de Tuy, estando enfermo y en causa de enfermedad natural que nuestro señor fue servido darme, pero en mi sano juizio y entendimiento creyendo como francamente creo el misterio de la Santisima Trinidad, padre hijo y Espiritu santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todo lo demas que se exibe y se confiesa nuestra Santa Madre y Gloria de Roma, en cuia fe y crehenzia he vivido y protesto vibir y morir como catolico cristiano y temiendome de la muerte que es zierta a todo vibiente y deseando salbar mi anima y que todas mis cosas queden bien dispuestas y hordenadas al servizio de nuestro señor, y de Maria Santisima su bendita madre a quien tomo por mi ynterzesora y abogada para que lo sea con su preziosisimo hijo se sirva por ser quienes perdonarme mis pecados, y la misma súplica ago a los santos de mi debozion, y a toda la Corte Celestial para que lo dos sean mis medianeros y alcanzen de su Dibina Magestad lo que desea mi anima, a su honor y reberenzia conozco que hago y hordeno este mi testamento en la manera que se sigue:
Primeramente mando y encomiento mi anima a nuestro señor Jesucristo que las compro y redimio por su justa y preziosisima sangre en el Santo Arbol de la veracruz, y el cuerpo a la tierra de que fue formado para que instituira lo que della ha tomado el qual quiero sea amortaxado en Santo de sayal de mi Padre San Francisco y con lo que corresponde al empleo en que me allo y sepultado en la Parroquial Yglesia desta dicha Villa de Mos, y en el nicho de la Capilla Maior a la parte de la epistola en donde fue la señora Marquesa de Mos Doña Catalina de Alsaze y Bosu mi lexitima mujer, y en caso que nuestro Señor me conzeda mas años de vida y yo me fallesca en otro paraxe en donde se me diese sepultura, quiero y mando que dichos mis cumplidores y herederos dispongan y manden que mis guesos se me traigan a dicha Yglesia de Mos y en dicho nicho que esta en dicha capilla maior y se metan en el que ansi es mi voluntad.
Y en lo que mira a mis funerales de dicho mi entierro treinta dias, y cavo de año, ansi de misas cantadas como rezadas sueltas y debozion y ofrenda que se ha de dar para mi anima, y limosna de Santa Cruzada y mas lugares santos, para todo ello doy todo mi Poder Cumplido el que se requiera y sea nezesario a Don Pelayo Antonio Correa de Alsaze y Bosu, Marques de Mos y Vizconde del Pegullal mi hijo primogénito para que los cumpla a su disposición segun y de la manera que lo hiziera por el si suzediera el caso sin que ninguno pueda contradezirselo, que yo desde luego me contento y apruebo lo que en este particular hiziese y obrare que asi es mi voluntad.
Ytem declaro que yo tengo algunas deudas y empeños que los mas dellos constan en mi libro de Caxa y otros los save dicho Marques mi hijo, mando que unos y otros se paguen con la maior puntualidad que se pueda que yo para descargo de mi conzienzia asi lo declaro.
Ytem declaro que haviendo casado a mi hermana Doña Ana María Correa Mendoza y Sotomaior con Don Antonio Joseph Montenegro Lemos y Sotomaior les he dado algunos vienes para satisfazion de sus Dote segun consta a la escritura que libre disponiendo que dicho Marqués mi hijo no le baia contra ellos y lo pagara lo que aun no estuviese satisfecho que es mi voluntad.
Tambien declaro que en mi poder pasaron todos los papeles pertenecientes al Maiorazgo de Camiña, que es en el Reyno de Portugal anejo a dicha Casa del Pegullal de que es posehedora y heredera dicha mi hermana, mando que luego que los pida se le entreguen libremente quedandose con un testimonio en relazion de los que son para que jamas falte notizia dellos, y se sepa a lo adelante de su paradero por lo mucho que conbiene a los subzesores que fueren en dicha Casa del Pegullal que asi es mi voluntad.
Ytem declaro que yo en los servizios que he echo a su Magestad que Dios me fue preziso empeñar algunos casales de renta pertenezientes a la referida Casa del Pegullal y esta de Mos en donde oy me allo segun mas bien constara de los papeles y cobradores que deparan en mi Poder mando que dicho Marques mi hijo los desempeñe para que queden libres a dichas casas y mayorazgos que asi es mi determinada voluntad.
Ytem encargo mui de corazon a dicho Marques mi hijo tenga presente a todos sus hermanos y hermanas para que con la maior decenzia que corresponde a su estado y calidad les hasista y procure acomodarlos como si yo vibiera que asi lo espero de su buen cariño y prozeder.
Y asimismo mando y encargo a dicho mi hijo que a su hermana Doña María José dicha tambien mi hija ademas de la Dote que le señalare quando hubiese de tomar estado la de mil ducados de vellon, por ser ansi mi voluntad.
Y tambien declaro y encargo a dicho Marques mi hijo que por quanto ay algunos años que tengo en mi poder y servizio a Doña María Getrudis Correa, y a María Dominga Correa las tenga presentes para acomodarlas y asistirlas con lo que le pareziese ser razonable, a cada una que asi lo espero de su buen prozeder sin que en esto tengo yo mas que encargarle de lo que le consta que asi es mi voluntad.
Tambien declaro que quando vine a esta Casa he allado muchas alaxas de gran valor y estimazion y mucha plata labrada para el servizio de mesa y otra mas que yo he trahido y heredado de la Casa del Pigullal y de la de la Peña del Oro segun toda ella consta de la relazion que ay en casa, mando que una y otra, y todas las demas alaxas que ay dentro della esten siempre yncorporadas asi para dicho mi hijo, como para los demas subzesores en dicha casa que asi es mi determinada voluntad.
Y ansi mesmo le encargo que todos los criados que actualmente me sirven dicho Marques mi hijo les tendra presente, y les pagara su soldada, y a Don Domingo Carrera Taboada, Dn Bernardino Antonio de Castro y Don Gabriel Caetano de Castro mis capellanes y maiordomos actuales les tenga presentes para las conbenienzias de Casa, no lo desmereziendo segun sus antelaziones, y aun que esto no hera necesario encargarselo a dicho mi hijo por conozer su buen prozeder, y que cumplira con todo lo que le llevo encargado como tal bendizion que asi lo espero no obstante para descargo de mi conzienzia asi lo declaro por ser todo ello ansi mi voluntad.
Nombro y elijo por mis cumplidores albazeas y testamentarias de esta mi manda y testamento al dicho Marques de Mos Vizconde del Pegullal, mi hijo Don Joseph Gaspar Boan Duque de Estrada, Don Bu. Felipe, Don Geronimo Antonio y mas hijos que tengo, el Conde de Amarante Marqués de San Miguel, el Marqués de la Sierra mi sobrino, el Conde de Fefiñanes Don Benito de Romay y Bezerra Nobas de Santiago de Borben, Don Juan Antonio Sarmiento de Quirós y Sotomayor abad de Soto de Penedo, y a Don Juan Francisco de Quirós Sarmiento y Sotomaior abad desta dicha Villa de Mos a los quales y cada uno dellos ynsolidium doy todo mi poder cumplido para que del mexor y mas bien pasado de mis bienes lo cumplan y paguen segun y en la forma que lo dispusiere el dicho mi hijo, cuio poder les dure, todo el tiempo que fuere nezesario no obstante que se fenezca el año de mi albazeazgo, y caso que nezesiten de mas le subrrogo el que le hiziere menester para el dicho cumplimiento; y de cumplido y pagado este dicho testamento y legatos que en el ban declarados en el remanente que quedan de todos mis vienes derechos raciones y futuras subzesiones que me pertenezcan ynstituio y nombro por mis hijos lexitimos e unibersales herederos en todos ellos a los dichos Marques de Mos Vizconde del Pegullal, Don Juan Phelipe, Don Geronimo Antonio, Dn Manuel Joseph, don Alonso Joseph, doña María Bernarda, Doña Isavel María y Doña María Josepha Correa Alsace y Bosu mis hijos y que me an quedado de la dicha Marquesa de Mos Doña Catalina de Alsace y Bosu mi lexitima mujer para que los ayan y hereden con la vendizion de Dios y la mia que asi es mi voluntad con lo qual y el favor de Dios he por fenezido y acavado este dicho mi testamento y por si reboco y anulo otro qualquiera que antes deste aya echo por escrito de palabra o en otra forma que ninguno que no balga ni haga fe en juizio ni fuez de el, salbo este que al de presente ago y otorgo el qual quiero valga por tal mi testamento y ultima voluntad o por la via forma y manera que mas y mejor aya lugar en derecho y ansi lo dije y otorgue ante el presente escribano estando dentro de la casa de mi morada al veinte y seis dias del mes de nobiembre del año de mil setecientos treinta y nuebe fueron testigos por mi llamados y rogados que le an sido Don Francisco Rivas Presvitero, Don Bernardo Antonio de Castro tambien Presvitero, Don Diego Suarez Hermoso, Dn Baltasar Garzia de la Vega y Carlos Gomez vezino de dicha villa y su feligresia el Sr Don Joseph de la Rocha Mariño vezino de la Cruz de Tuy, Don Julian Cav. Presvitero vezino de la feligresía de Torroso, don Juan Guntin abad de Dornelas, e yo escribano doy fe y le conozco a dicho otorgante el que a lo que pareze esta en su sano juizio y entendimiento y lo firmó de su nombre. El Conde de San Bernardo: Por ante mi Juan Fernandez de Castro.
Solla 79-22. Museo de Pontevedra









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