miércoles, 5 de octubre de 2016

Ano de 1703. Avalle (parte 2). Ignacio Benito AVALLE





Ignacio Benito Aballe era fillo de Manuel Joseph Aballe e Francisca Patiño, foi bautizado o 12 de febreiro de 1703 en Oleiros. Ignacio casou no ano 1721 en SALCEDA con María Antonia Araujo quen nacera no ano 1705 en Salceda. A partir deste intre, esta rama dos Avalle enraizan en Salceda, e viven no barrio da Feira, lugar de Barcelo, onde na actualidade está o Pazo de Avalle, parece ser que a propiedade fora recibida en dote pola súa muller, ou quizais recibida por parte da súa avóa materna, María Gil Araujo.

Ignacio Benito, foi a persoa coa que se inicia a linaxe dos Avalle en Salceda, convertíu en pazo a casa-granxa sita no lugar de Barcelo no barrio da Feira.

Árbore xenealóxica

Como xa dixemos no capítulo anterior, as casas de Fiolledo e Marrán estaban en posesión doutra rama da familia: Segundo consta no libro de Real de Legos do Catastro de Ensenada relativo a San Pelaio de Fiolledo, no ano 1753 a casa e morgado de Fiolledo era propiedade de Joseph Ponce de León, marido de Jacinta Thomasa de Avalle, neta de Benito Antonio Aballe. Mentras que seu curmán Ignacio Benito Aballe tiña as principales propiedades en Salceda e somentes tiña en dita feligresía de Fiolledo apenas 4 ferrados de terra: 





Dn Ygnacio Benito de Aballe, vezino de Salzeda
1.    Dos ferrados de tierra de Regadio segunda calidad y dos de terzera al sitio da levada, linda por S. con Francisco Gastaferro y por las demas partes cerrado y su figura la del margen.
2.    Dos ferrados de tierra de regadio de terzera calidad al sitio de Rivademendo, linda por N con Dª Ysabel Patiño y por las demas partes cerrado que su figura la del margen.
Por la partida del numero 1 paga por Razón de foro al Marques de Mos quatro Reales vellon, por la limosna de una misa cantada al cura Parrocho de la feligresía de Santa Maria de Leiro diez y ocho Reales vellon.
(Real de Legos do Catastro de Ensenada relativo a San Pelagio de Fiolledo)



Ignacio Benito Aballe foi un home culto e ilustrado que compaxinou a xestión da súa facenda con traballos de traductor, escritor, historiador e cronista. Persoa viaxeira, era coñecedor de varios idiomas. Sobre as súas obras históricas, a pesar de que hai evidencias de que deberon ser de importante alcance, descoñécese o motivo polo cal non chegaron a publicarse e acabaron desaparecendo os manuscritos. De non ser por este eterno castigo que sempre sufriu a documentación histórica de Galicia, Salceda sería hoxe coñecida como patria dun prestixioso autor galego, e probablemente neses apuntes históricos tería un lugar importante a antiga historia de Salceda.

Comenzou escribindo a “Historia de la Provincia de Tui” e acabou facendo unhas “Memorias históricas do Reino de Galicia”. Podemos coñecer o alcance de dita obra a partir dunha carta que escribiu no ano 1746 a un amigo explicándolle a estructura da obra e xustificándose no retraso da publicación:





Muy Señor mio, y Amigo, al tiempo que recibí la apreciable Carta de V., en que se empeña persuadirme, dé al Publico las Memorias Históricas del Reyno de Galicia, (de cuyo proyecto le noticié) me hallaba con la afliccion, de haverlas ofrecido en la Dedicatoria de el Segundo Tomo de la Escuela de el Mundo ...
(...)
A vista, pues, de hallar propicio tan superior talento, no puedo menos de remitir a su censura el diseño de la idéa, para que, con el auxilio de tan diestra mano, salga con mas naturales colores el retrato; y tomando esta narración desde su origen, debo decir a V. que la inclinación de leer Historias desde la puericia, y mi natural (pero no viciosa curiosidad, me motivaron, a que, recogiendo varias especies me determiné a los diez y ocho años de mi edad, a formar la Historia de la Provincia de Tuy (aunque ahora me doy cuenta, que de aquellas flores solo podría salir un fruto de puerilidades.) Fueron, y vinieron años, y algunas veces con precisión, y otras impelido de este oculto, y pertinaz designio, y á costa de considerables dispendios, é incomodidades, hé caminado casi todo el Reyno, sin perder la ocasión, (y lo mismo quando asistí en la Corte) de comunicar sugetos eruditos, de reconocer documentos fidedignos, y de recoger originales de estimación, con las noticias donde se hallan otros muchos. Viendome, pues, con este mediano caudal, deliberé ampliar el asumpto, mudando el titulo de Historia de Tuy, en Memorias Historicas de el Reyno de Galicia, que aunque en lo substancial no se diferencia, las Leyes son bastante diversas.
(...)
Esta comenzará tocando los dilatados términos de la antigua Galicia, y su etimología; despues se seguirá una descripción de los que ahora tiene, expresando sus Ciudades, y Villas, sus denominaciones, y Privilegios, con un Catalogo de los Arzobispos, y Obispos de las Diocesis; asimismo la descripción de su costa Marítima, Rios, y Montes, á que añadiré una Relación de sus Títulos, y Señoríos particulares; y á donde corresponda, las Fundaciones de Conventos, y casos notables de el Reyno, á lo que quisiera añadir una tabla Geográfica; pues aunque tenemos la de el Padre Oxea, contiene considerables defectos, y el mismo Autor lo consiente en el libro, que hizo de la venida de Santiago a España; pero esto último tiene algunas dificultades, que no se si podrán vencer.
A esta primera parte (que se podrá ampliar, ó resumir) seguira la serie de sucesos, y por entre aquellas tinieblas de la antiguedad (mas densas, que las de la Noche grande de Noruega, y Laponia) andarémos a tientas hasta el tiempo de los Romanos, desde donde con poco mas luz, que entre crepusculos, caminarémos por los sucesos de los Suevos, Godos, y Moros, hasta el Rey Don Pelayo, y desde allí con la claridad, que se pueda, hasta el tiempo, en que se concluya la obra, en la que no dexaré de tocar algunos Linages, quando se ofrezca hablar de las Personas Ilustres en Santidad, Armas, y Letras (entre estos tendrá V. digno lugar) mas no se debería dudar, que muchos de quien no correspondrá hacer memoria, serán de tan bueno, ó mejor origen, que algunos de aquellos, á quien sus meritos, o el favorable viento de la fortuna, les colocó entre los Astros luminosos.
Y porque los accidentes no mudan la naturaleza, y que la Provincia de entre Duero, y Miño, siempre fué parte inseparable de la antigua, y moderna Galicia, haré de élla alguna conmemoración hasta el tiempo de el Rey Don Alonso el VI que la enagenó, y aun pasaré algo más á delante; por haver sido los Gallegos de esta Provincia, y de las demás de que ahora se compone Galicia, quienes, acompañando al Conde D. Enrique, y después al Rey Don Alonso Enriquez, libertaron á las Provincias de Portugal de el pesado yugo de los Moros, derivandose de sus Conquistadores la mayor parte de la mucha Nobleza, con que aquel Reyno se ilustra. También quisiera añadir algunas cosas notables, acaecidas en diferentes partes de el Mundo, para que sirvan de diversion, y utilidad al Lector; y en tal caso, si la Adicion lo mereciese, será el Titulo: Memorias de el Reyno de Galicia, y de el Mundo.
Con esto tengo expresado a V. el Plan de las Memorias Historicas, que acaso podrá tener alguna variedad sin ser sustancial, advirtiendo, que algunas cosas, aunque sean de mi tiempo, las omitiré de proposito, y otras por no haver llegado á mi noticia, ó tenerla escasa; y aunque todo lo que escribiere procuraré apoyarlo lo mas solidamente que me fuere dable; no podré tomar el trabajo de reconocer todos los Archivos, y Monumentos de el Reyno, como V. me advierte; pues, esto corresponde (generalmente hablando) á los Chronistas á quien los Reynos, ó Provincias con efectivos, y señalados subsidios, remuneran las bien empleadas taréas de sus afanes; pero no haviendo en mi mas fomento, que un acto voluntario, deberá contentarse la Patria con lo poquito, que mi cortedad la puede ofrecer.
Tambien intenta V. persuadirme, que escriba la dificil, aunque no imposible, obra de los Linages nobles de Galicia, con los Blasones, y Armas, que á cada uno correspondan; manifestandome para este fin cierta idéa, sin dada utilisima para la Nacion, y no practicada hasta ahora; y asimismo, que quanto antes dé a la publica luz dichas Memorias; y no pudiendo ignorar, que su composición necesita mucha quietud, y sosiego; de fuerte, que las demás ocupaciones serias estén como en la calma; por lo mismo reconozco, que V. no tiene noticia individual de los Pleytos, que de algunos años á esta parte me persiguen; á no ser esto, pudiera, sin levantar la mano, concluir la obra dentro de poco tiempo; pero, si esta litigiosa constelación predomina, y su maligna influencia prosigue en molestarme, me será preciso dejar este trabajo para el ultimo tercio de la vida, el qual reputan para el caso mas aproposito; asi porque los sentidos mas abstrahidos de las pasiones, y el hombre mas lleno de experiencias, y escarmientos, puede reflexionar con mas acierto, como, porque quanto mas el espiritu se va separando natural, é insensiblemente de la pesada, y mortal cadena, tanto mas se hace intelectual, y transcendente: (no se entiende esto de el decrepito, o de el enfermo) pero si la Divina Providencia me atajare antes la veloz carrera de la vida, admita mi amada Patria (en recompensa de deberle mi origen, y nacimiento) mis buenos deseos; pues, aunque por dichos motivos no tengan efecto, quiza servirán de exemplo, para que otra mejor pluma lo execute con el debido desempeño, y mas provecho de la publica utilidad. Dios guarde a V. los muchos años, que le suplico.
B.L.M. de V.
Su mas afecto Servidor, y Amigo
D. Ignacio Benito Avalle

(Carta en que D Ignacio Benito Avalle responde á un amigo en órden á la impresión de las Memorias Históricas del Reyno de Galicia. Universidade de Santiago de Compostela. Signatura: 772)




Sobre Ignacio Avalle, di o seguinte Manuel Murguía:





AVALLE Y PATIÑO (D. Ignacio Benito). Nació en Oleiros, cerca de la villa de Salvatierra, obispado de Tuy: Riobó dice que era natural de Salceda, en el mismo obispado, pero segun noticia comunicada por persona que debió tener á la vista el curioso manuscrito de la historia de Tuy por Avila y la Cueva, lo primero es lo mas cierto.
El error de Riobóo fué fácil, si se tiene en cuenta que Avalle tuvo casa en Salceda, pues hemos visto cartas de este escritor dirigidas al ilustre Sarmiento, que están fechadas en dicho punto. Tal vez fué hijo nuestro Avalle, de aquel D. Ignacio Avalle Castro y Araujo, cuyos versos se leen en las Fiestas minervales, y como herencia paterna, recibiría su afición al estudio y a reunir toda clase de noticias referentes a la historia de Galicia, que siquiera no se presentasen con el severo atavio que la moderna ciencia histórica reclama, siempre serían de grande interés para los que hoy pretendiesen escribir la tan descada como necesaria historia de este antiguo reino. Vivia en 1762, pues esta fecha lleva una de las cartas que dirigió al P. Sarmiento, y en, la cual le remitia algunos trabajos históricos para que los censurase.
Publicó:

1. “Urbanidad y cortesía que se practica entre personas de distinción”. Obra traducida del francés, segun dice Riobóo, quien añade, se publicó en 1744.

2. “Escuela ó ciencia del mundo para todos estados, en que se enseña el verdadero modo de vivir en él con honra y provecho”. Escrita en francés por M. Le Noble, y traducida en castellano por Ignacio Benito Avalle. Madrid, impr. del Convento de la Merced, 1745.—Esta obra está dedicada al Conde de Altamira.

3. Carta en que D Ignacio Benito Avalle responde á su amigo en órden á la impresión de las Memorias históricas del reino de Galicia, remitiendo al propio tiempo el plan de la obra.—segunda impresión añadida y enmendada, sin lugar ni año de impresión.

4.—La primera edición de esta carta se hizo en 1746, en cinco hojas en fol.

Dejó Manuscritos:

1. “Memorias históricas del reino de Galicia” Puesta en limpio esta obra y obtenida licencia para su impresion, no se sabe por que no la llevó a efecto, ignorándose al presente cual sea el paradero del manuscrito. Singular coincidencia! todos cuantos trabajos históricos se llevaron á cabo, con mas ó menos fortuna, acerca de la historia general de este antiguo reino, todos quedaron manuscritos, y estos se perdieron por completo. Las obras de los PP. Ojea, Bugariños, Gándara, Pacheco, las de Nova, Avalle y otros, todas han desaparecido, y despues de haber sido tantos los que se ocuparon, en los tiempos en que eran mas fáciles esta clase de investigaciones, en historiar los sucesos de que ha sido teatro nuestro infortunado país, carecemos hoy, no ya de una historia filosófica, sino hasta de la narrativa. ¡Merecido castigo de un pueblo que todo lo suyo desdeña y olvida, y que acoge con el mas frío desden cuantos trabajos aparecen con el laudable propósito de arrancarle á su postracion! —Al ocuparse el Sr. Muñoz en su Diccionario bibliográfico, de la obra de Avalle, dice: “No siendo bueno el bosquejo de este trabajo, ni tampoco el gusto literario que muestra el autor, es de presumir que no sean de mucha importancia sus Memorias.” Nosotros creemos, con el Sr. Muñoz, que el no haber Avalle visitado los archivos, quita gran autoridad é interés á su obra, sin embargo, y despues de haber leído con cuidado el plan de las Memorias, podemos asegurar que su mérito no debia ser tan escaso como pudiera suponerse y sí harto curiosa para que no lamentemos su pérdida, para nosotros doblemente sensible, pues segun parece trataba tambien de los escritores gallegos, como se echa de ver cuando asegura que entre los escritores, colocaría al amigo á quien escribe, que aunque no dice quien sea, sospechamos fuese el docto Cornide.

2. “Historia de Tuy.” Como hemos dicho al principio, la persona que nos ha comunicado estas noticias debió tener presente, la Historia de Tuy de Avila y la Cueva, y dicho autor, mencionará tal vez esta obra de nuestro Avalle.

No fueron estos los únicos trabajos que este diligente escritor dejó manuscritos, pues escribió otros varios tratados, referentes todos á la historia de Galicia. Esta verdad la prueban, aquellas palabras, que se leen en una de sus cartas á Sarmiento:
«Al mismo tiempo remito el adjunto diseño de la torre de la Coruña, (la de Hércules) con la copia de la inscripción que tiene inmediata y el concepto que formé de su contesto, todo vá á la sabia censura, etc.»

Como se vé, si Avalle no visitaba los archivos, en cambio no descuidaba el recorrer el país, y estudiar sus monumentos, esa otra fuente de la historia, que nos habla en su mudo lenguaje, de los tiempos y de los hombres que fueron.

(Diccionario de Escritores Gallegos por Manuel Murguía.)



Nunha carta datada en Tui o 26 de Noviembre de 1763, Ignacio Benito Avalle fala sobre unha obra na que está a traballar que trata de estudios nobiliarios:





«Dominado desde mis primeros años de un intenso amor á mi  patria..., me resolví á manifestarlo escribiendo algunas de sus glorias, practicando para ello las diligencias mas vivas que me fué posible. Disponia, entre otros asuntos históricos, un tratado de la nobleza con que este reino se ilustra, en que se haga memoria de los linajes nobles, de antiguo y moderno origen, con algunos de sus realces, sin molestarme en genealogias; de modo que aunque no queden del todo satisfechos, no tengan razon para la queja; cuyo pensamiento creo insinué á V. Pero considerando que este nuevo sistema, aunque me pareció mas útil, no será del agrado de los interesados, y que mas bien desearian un Nobiliario Pomposo y lleno de aquellas Prodigiosas etimologías (las mas suelen ser arbitrarias) que otros escribieron; siéndome este rumbo impracticable y por la mayor parte repugnante... lo remito a la discreta censura de usted; que todo lo necesita lo serio y circunspecto del asunto, y sus circunstancias. En este trabajoso exámen observé una cosa rara; y es que las sólidas y claras noticias de algunos linajes de este reino, es necesario buscarlas fuera de él. Muchos caballeros gallegos, que se emplearon en las conquistas contra los moros, quedaron heredados en los repartimientos de Sevilla, Córdoba, Ubeda, Baeza, Cáceres, etc. No solo tienen sus descendientes desde aquel tiempo, que pasa de 500 años, con toda claridad y prueba sus genealogías, sino que tienen mucha razon del tronco de donde salieron dichos sus causantes; de lo que suelen carecer los troncos que se mantienen en este reino y que produjeron aquellas ramas.
«Como las  fuerzas corporales y del entendimiento de los hombres son muy diferentes, asi lo son sus inclinaciones. La mia se dedicó á formar dicho Nobiliario por el estilo referido; pero si se hallare persona capaz que lo haga por mejor método, con mucho gusto le comunicaré todas mis noticias: y todos los interesados deberán hacer lo mismo, para que de ese modo se logre uno perfecto de la nobleza de Galicia, que hallándose ya tan aplaudida, por su pureza y antigüedad, en toda España y América, y entre lodos los eruditos de Europa, se hará mas famosa y apreciable, con mucho honor y aun utilidad de los individuos: y á mí me quedará campo abierto para cumplir en parte con el ministerio de cronista del reino, sacando á luz muchas de sus sepultadas glorias, y desvaneciendo con buenos fundamentos varios errores que se hallan introducidos en nuestras historias. Estos fragmentos ó Memorias mias, creo que no serán del todo despreciables en la rigurosa critica de estos tiempos; y que en lo sucesivo podrán ser útiles para la formacion de la grande historia que este reino merece. Y esto se deberá ejecutar cuando se halle un digno y selecto escritor de aquellos que de cuando en cuando producen con avaricia los siglos; pues para publicarse patrañas, será culpable que suden las prensas.»
(Archivo de la Real Academia de la Historia. Documentación de José Cornide)



O último pretendente ao cargo de Cronista do antigo Reino de Galicia foi Ignacio Benito Avalle, quen solicita o 22 de maio do ano 1760 o título ante o concello de Santiago:





Año 1760, maio 22 jueves tarde.
(...)
En este aiuntamiento se bio memorial de Dn Ygnacio Benito Aballe vezino de la feligresía de Santa María de Salceda obispado de Tuy en que representa que desde sus primeros actas se dedicó al solicitante por todos medios ympelido del honor de la patria que es su unico ynteres, noticias y monumentos que saliendo a luz pudiesen mostrar este antiguisimo Reino de Galicia, y concluie que la ciudad se habia concederle título de Cronista General de dicho Reino: acordaron que para resolver de ello, se reconozcan los libros, y papeles que hubiere del nombramiento que se hizo al Dn Juan Francisco de la Huerta, y lo mas que con el ocurrió, lo que se manda ejecuten los dos oficiales con la mayor brevedad y echo den quenta al maior Alcalde para que se habia dar zedula convocatoria y resolver sobre ello y lo firman. Excepto el escribano Dn Ber. Valderrama que dijo que atendiendo a que al expresado Dn Francisco Manuel de la Huerta, se lo hizo ygual título, que el que espresamente, con la obligación de no pedir ni llevar salario alguno, y despues recurrió a los señores del consejo y se le hizo señalamiento del, y se obligó al Reino a le pagar, sin embargo de los recursos que hizo con crecidos gastos de apremios que sufrió, por tanto contradice el nombramiento de Cronista, no solo a Dn Ygnacio Benito Aballe, sino a otro qualquiera que lo pretenda, y que los salarios que despues se requieran hacer pagar al tal cronista, sean de quenta de los que hizieren el nombramiento, y porque no queden ynfrutiferos los conocimientos talentos y favor que quiere hacer al Reino.
Al expresado Dn Ygnacio Aballe de que se le deven dar gracias, y a que le franqueen los archivos que espresa, que es motivo para que pidiese título de cronista, es de dictamen se le den las cartas necesarias y que pidiese a este efecto y este es su voto: y los mas que es el que lo que queda resuelto.
(Acta de consistorio do Concello de Santiago. Arquivo Universidade de Santiago)




E ante a antiga Xunta do Reino de Galicia iniciábanse as xestións na conferencia do Reino do 29 de maio de 1760. A diferenza dos cronistas anteriores, as ideas de Avalle non eran económicas, senón honoríficas, e móstrao con toda claridade o memorial que presentou ante o Reino. Manifestaba ser veciño da vila de Salceda, no Bispado de Tui, e exaltaba a importancia do gozar do título de Cronista do Reino, como persoa encargada de descubrir “las glorias que el tiempo obscurece, y los blasones con que en el transcurso de las edades se había enriquecido a su patria”. Non reclamaba polo título remuneración algunha, de forma que sen a menor resistencia acordouse reunir o Memorial aos autos da xunta e que o Secretario da mesma expedíselle o título de Cronista coas formalidades afeitas, máis a expresa circunstancia de que o título se lle outorgaba polo tempo que o Reino o desexase e sen que el puidese pretender cantidade algunha, por tratarse dunha honra que lla atribuía pola súa propia petición, coa formalidade de que o mesmo interesado debería presentar obrigación de que o cumpriría así. 

Ignacio Benito Avalle que desde os seus primeiros anos dedicárase a reunir toda clase de noticias ilustrativas da historia de Galicia, pretendía que dito título honorífico de Cronista servíselle para poder acceder a toda clase de arquivos, non sempre na súa persoa, pero si a través de colaboradores da súa confianza que serían os encargados de recompilar información dos arquivos para despois ser traballada por el.

Amosamos unha carta enviada desde Madrid por Ignacio Benito á cidade de Tui solicitando o acceso aos arquivos para un colaborador seu:





Habiéndose dignado el Rey nuestro señor (q.D.g.) mandar librarse su Real Cédula para que de los Archivos de ese antíquísimo Reino pueda recopilar las noticias correspondientes para la composición de su Historia, lo participo a V.S. a fin de que se sirva poner al cuidado de alguno de sus discretos individuos este renocoçimiento por lo que respecta al de esa Ilma. ciudad, con su descripción, prerrogativas y cosas notables, y lo que pueda adelantar (sobre el mismo pie) de su provinçia, en que se deben considerar interesados todos los buenos patricios, e yo mucho más si lograre, con tan eficaz subsidio, desempeñar en parte, pues en todo no es posible, el título de su Cronista que ofrecí practicar sin sueldo alguno. Lo que nuevamente ratifico a V.S. con mi obediencia para cuanto fuere de su mayor obsequio.
Dios guarde a V.S. los más años que le suplico, Madrid julio 26 de 1766.
B.L.M. de v.s. su más att. Servidor
Don Ignacio Benito Avalle


Resposta da cidade de Tuy, ofrecendo a súa disposición a favor do seu colaborador e fillo Manuel Avalle:





“Con la mayor complasensia recibió esta ciudad la carta de v.m. del 26 del pasado, por la noticia que le manifiesta de haberse dignado el Rey librar a su favor la Real Cédula para que de los Archivos de este Reino pueda recopilar las noticias más importantes para la composición de su Historia, lo que celebra y da de ello a v.m. la correspondiente enhorabuena, no dudando el desempeño que afianza de mi celosa actividad, para lo que de nuestra parte se procurará corresponder a lo que Vm. solicita, pues tiene nombrado al Sr. Manuel Avalle para reconocer el Archivo y dar a Vm. noticia, a cuya disposición nos ofrecemos para quanto sea de su agrado y darle gusto.
Nuestro Señor, etc Tuy y su consistorio de 6 de agosto de 1766”
(Libro de Acuerdos, Cartas-Ordenes del año 1766, Juntas de Reino de Galicia)


Ignacio Benito, casou con María Antonia Araujo que era filla de Benito de Araujo e Ygnes María Collazo y Sarmiento:




En Santa María de Salceda a veinte y un días del mes de abri de mil ochocientos y veinte y nueve:

Poder que otorga Manuel María Avalle y Pereira estudiante y vecino de dicha villa, (...) a favor de los procuradores del Tribunal Eclesiástico de la Enmienda de S. Juan. D. Juan Reverendo y D. Ramón Rodríguez para que en su nombre formalice la petición de oposición a la capellanía de S. Liborio fundada en la parroquia de San Pallo de . enmienda de S. Juan, como más próximo pariente del fundador D. Clemente Trigo de la Puente, que ha sido canónigo tesorero de la Santa Cathedral de Tuy por ser hijo lexítimo y de lexítimo matrimonio de otro Dn Manuel María Avalle y Doña Angela Cervela, biznieto de Ygnacio Benito Avalle y María Antonia Araujo la que fue hija de Dn Benito de Araujo y Doña Ygnes María Collazo y Sarmiento (...)

(Escribano Juan Manuel Pérez, año 1829, protocolo 18. Arquivo Histórico Provincial de Pontevedra)




Ignacio Benito e María Antonia tiveron dous fillos: María Francisca de Avalle e Araujo, e Manuel Antonio Avalle Sarmiento, quen foi o continuador na sucesión dos morgados e casas de Salceda e outros.


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